Acercar la astronomía a los niños. Este es el objetivo de la Asociación Universitaria de Astronomía de la Universidad de Alicante, Astroingeo, que durante este curso llevará esta disciplina a los centros escolares.

El colegio Peñafort es uno de los centros que colabora con esta iniciativa, integrando la astronomía en todas las materias que los pequeños de ocho a doce años den en clase.

En este sentido, cada profesor va a integrar la astronomía dentro de su asignatura, desarrollando un trabajo relacionado con esta y que, una vez finalizado, pasará el libro al profesor y materia siguiente para que lo continúe. Así, por ejemplo, se propondrá a los alumnos en la asignatura de lengua que creen un cuento de ciencia ficción, poesía, o trabajen algún otro género que trate con la astronomía. Ese mismo libro pasará al profesor de música, con el que los alumnos crearán su música con vínculos a la astronomía; el de matemáticas, asimismo, hará los cálculos matemáticos de las latitudes y situará dónde se ubican esas constelaciones que, en la historia anterior redactada por los alumnos, refieren los pequeños; el docente de la materia de tecnología construirá la maqueta; el profesor de dibujo será el encargado de que sus alumnos dibujen lo que expresan mediante el conocimiento trasladado en las otras asignaturas. Con todo, al final, se va a hacer una exposición con los trabajos de los niños.

Los alumnos de este centro educativo también podrán hacer uso de los telescopios de la asociación y que algunos miembros de la entidad se encargan de fabricar. Enrique Aparicio, presidente de Astroingeo, señala que el programa incluye cuatro visitas nocturnas al colegio, «de forma que vean el diferente cielo que existe en cada estación del año». Pero, además, está prevista otra visita, esta vez por la mañana para ver el sol en directo, con las precauciones debidas. Aparte, habrá en el colegio lanzamiento de cohetes de agua, como otra de las actividades de divulgación científica con carácter lúdico.

El colegio Peñafort no es el primero en colaborar con esta entidad. En el Mora Puchol de Alicante han diseñado el reloj sosticial que es una réplica del que se encuentra situado junto al edificio de Rectorado de la Universidad de Alicante. Dos años y medio han tardado en desarrollar el reloj porque «hay que comprobar que la sombra incide de forma correcta», señaló Aparicio. La finalidad de pintar este reloj de sol sobre el suelo del patio del colegio es que los pequeños aprendan a manejarse sobre su uso y sepan, por ejemplo, cuándo comienza el recreo y cuándo se termina mirando el reloj.