El duelo por la muerte de ser querido se considera superado cuando la persona se siente afortunada por haber compartido la vida con el fallecido, según el miembro del Equipo de Intervención Psicológica de la Universidad Miguel Hernández, Miguel Bernabé. Y es que, durante el proceso del duelo, las personas suelen experimentar varias etapas. En primer lugar, se produce una fase de «shock», en la que el principal reto es aceptar la pérdida; posteriormente suele venir una etapa de «rabia» donde es común el sentimiento de «desamparo y dolor», unido a problemas de «insomnio, pesadillas o baja autoestima»; a esto le sigue una etapa de desesperanza, que es cuando se empieza a ser consciente de que la persona «nunca volverá»; y, finalmente, aparece la fase de reorganización. europa press