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Mario García Soto

«La criminología aborda de manera global el delito y los factores que lo desencadenan»

«La función del criminólogo se centra en el análisis del delito y sus circunstancias», afirma

«La criminología aborda de manera global el delito y los factores que lo desencadenan» CAROLINA ESCALANTE

¿Cuál es la función de un criminólogo en el ámbito de la violencia de género?

La función del criminólogo se centra en el análisis del delito y sus circunstancias y, en el caso de la violencia de género, hace un seguimiento de los delincuentes que acuden a los programas de reeducación. Lo primero es el análisis de la personalidad de cada uno, detectando qué casos son más graves, y sobre ello se piensan tratamientos más individualizados. El seguimiento se hace durante seis meses, y después se hace un informe que se remite a Instituciones Penitenciarias.

¿En qué consisten las actividades de reeducación que se llevan a cabo con estas personas?

Se tratan aspectos de tipo jurídico, psicológicos, de habilidades sociales... Es una actividad de tipo cognitivo-conductual, que intenta que los agresores traten de ver su propio comportamiento y sepan actuar contra él. En la violencia de género hay normalmente factores inductivos externos, como una educación machista, un entorno de violencia previo o una situación económica mala, entre otros. Por eso hay que hacerles ver que sus ideas son erróneas y así poder evitarlas.

¿Qué hace aconsejable la presencia de un criminólogo en estos programas?

La criminología aborda de manera global el problema del delito y los factores que lo desencadenan; estudia el perfil del delincuente para tratar de encontrar una explicación a lo ocurrido y hace un seguimiento de todas esas circunstancias. Por eso es una figura profesional muy idónea para estas situaciones.

¿Cuáles están siendo los resultados?

Están siendo muy buenos, ya que en el último año sólo se ha detectado un 5% de reincidentes, y además ninguno de ellos cometió un nuevo delito de violencia, sino que se trató de quebrantamientos de órdenes de alejamiento. En este aspecto, no obstante, hay que tener también en cuenta que a veces influye la propia víctima, cuya conducta puede contribuir a que se produzca ese delito. Por eso es también necesario que el criminólogo estudie el perfil de la víctima: que ella también sea consciente de qué ha ocurrido y ponga medidas para que no se repita.

Uno de los aspectos en los que trata de incidir el seminario que celebra Secrim es el de desligar la imagen de la criminología del tópico de la investigación de un crimen. ¿Cree que realmente se da esa percepción errónea de esta profesión en la sociedad?

En cierta medida sí. No tenemos nada que ver con la criminalística, sino que agrupamos conocimientos de disciplinas como el derecho, la psicología y la sociología, para abordar el delito y los factores que concurren en él. Es un nuevo enfoque no estrictamente jurídico, sino más amplio, viendo las pautas de comportamiento y las posibles formas de cambiarlas.

¿Cuál es la postura de la administración en torno a la criminología en estos momentos?

Se está dando cuenta de la necesidad de esta figura. Es cierto que la situación económica actual no ayuda, pero la administración judicial y penitenciaria está fomentando la incorporación de criminólogos, al menos en prácticas, y esperamos que a medio plazo con puestos consolidados.

¿Y hay más salidas laborales?

Sí, en la empresa privada, en temas como formación o consultoría, para prevenir robos o afrontar situaciones de acoso laboral.

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