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En la calle, con lo puesto

El inquilino del piso incendiado en Maestro Alonso sobrevive gracias a vecinos y Cáritas

En la calle, con lo puesto RAFA ARJONES

«Me siento muy mal, como un perro, sin amparo y con muchos nervios, no puedo pensar», afirma la víctima del virulento incendio que arrasó el piso de la calle Maestro Alonso en el que vivía de alquiler desde hace tres años, y que lo ha perdido todo entre las llamas. Desde que ocurrió, Pedro Luis Escuredo no tiene donde quedarse y ha dormido prácticamente cada noche en casa de un vecino. Aunque le han dado 35 euros para que pueda comprarse comida y le permiten ducharse, se siente «como un mendigo». De las llamas sólo pudo salvar unas gafas, algunos documentos y nada de dinero.

«Llevo una sudadera y unos zapatos que me han dado los vecinos y un pantalón que pedí en Cáritas. Pero no tengo más ropa ni siquiera interior», asegura. Escuredo se siente desamparado ya que el seguro de la casa que tiene la propietaria no le cubre nada «porque soy un tercero», pero opina que lo justo sería recibir algún tipo de auxilio para poder quedarse en algún hostal o pensión al menos hasta el 10 de noviembre, fecha en la que vence su último pago de alquiler.

La víctima del incendio fue ayer al Ayuntamiento a pedir algún tipo de ayuda a Bienestar Social sin éxito. «Me han mandado a Cruz Roja», explicó. Además, solicitó copia del informe de los Bomberos pero le reclamaron, dijo, 40 euros que no tiene y no pudo pagar.

Escuredo, que vino a Alicante a trabajar en unos grandes almacenes pero que se quedó hace varios años en paro, recibe una ayuda de 420 euros mensuales pero no la cobra hasta el día 10, por lo que está ahora sin nada para poder asumir otro alquiler. Les están ayudando vecinos, amigos, el Movimiento por Benalúa, con el que colaboraba, y una abogada con la que acudirá al piso para intentar probar ante el perito del seguro las mejoras que había realizado.

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