El curso que viene se avecinan nuevos cierres de aulas en la provincia. Hasta medio centenar están en riesgo porque Educación ha decidido mantener los criterios de escolarización que fijó en 2012 con motivo de los recortes económicos. La natalidad sigue descendiendo, argumento clave de los responsables educativos para respaldar la supresión de aulas.
En concreto, en la provincia la natalidad descendió en medio millar de niños hace tres años, según datos del INE, Instituto Nacional de Estadística. El padrón de nacidos en 2012 es el correspondiente a los alumnos que se incorporan al colegio este próximo curso porque habrán cumplido los tres años.
Mantener la ratio de 30 alumnos por aula en Infantil, tal y como contemplan las directrices presentadas esta semana por Educación, pone por tanto en riesgo un número de aulas similar al de este curso, en que se cerraron 54, todas ellas en centros públicos.
También afecta, por consiguiente, a la plantilla de maestros que el delegado de FETE-UGT, Javier González Zurita, cifra en unos 70 profesionales menos en la provincia y 150 en la Comunidad.
«Las instrucciones entregadas por Educación para el curso próximo determinan las aulas a crear, habilitar o suprimir y, consecuentemente, los puestos de trabajo docente que también hay que crear, habilitar o suprimir en esos mismos centros. Por eso se puede hacer el cálculo que, desgraciadamente, sigue la línea regresiva y de recortes en la enseñanza pública», puntualiza Zurita.
Mapa escolar
Apenas se han conocido las líneas de trabajo sobre la organización de los colegios para el curso que viene, FETE ha solicitado que «se revierta esta situación y se deroguen los recortes» que se establecieron por Real Decreto del Gobierno en abril de 2012, y que el Consell que preside Fabra aplicó desde mayo de aquel mismo año con su correspondiente decreto también, además de una orden de la consellera María José Catalá que lo complementa.
Es la normativa que cifra la subida de la ratio en un 20% y permite matricular 30 niños por cada aula. «Esta medida, junto al distrito escolar único, está haciendo mucho más daño del que pueda parecer», abunda el delegado sindical.
El mapa escolar que reflejan los municipios de la provincia en los últimos años avala estas reflexiones: aulas de centros concertadas saturadas al máximo, mientras se cierran otras de centros públicos en el mismo radio de acción.
Abrir la elección de centro a los padres de forma generalizada ha provocado esta disparidad en la matriculación, que diversos sectores advierten como una oportunidad de oro para rebajar la ratio. Zurita sitúa la pretensión de su sindicato al respecto en 20 e incluso 15 alumnos por aula, «al menos en Infantil y Primaria, para poder recuperar nuestro sistema educativo público», reclama.
Cautela
El revuelo que el consiguiente cierre de aulas provocó este curso pasado entre padres y profesores amenaza por tanto con volver a repetirse, pero esta vez a pocos meses de las elecciones municipales y autonómicas de finales de mayo.
La situación ha llevado a la reflexión a diversos concejales del PP que ya han hecho saber, a preguntas de este diario, la conveniencia de esperar a que se lleve a cabo el proceso de matrícula, entre abril y mayo, para resolver después el cierre de las aulas que «sean necesarias» pero ya sobre hechos consumados. Así lo pidió, por ejemplo, el Consejo Escolar de Alicante el año pasado. Los municipios quieren evitar que se repitan casos como el del colegio Cristòfol Colom, entre otros, al que se cerró un aula y, tras la matrícula, se comprobó que la demanda llegaba a los 30 niños que fija la norma.
