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Henrique Cymerman

«Las desaladoras deben utilizarse, pero con control»

"Estamos de alquiler en el planeta, y si provocamos demasiado daño hipotecamos el futuro"

«Las desaladoras deben utilizarse, pero con control»

¿Cuáles son los principales problemas del agua vinculados a Israel?

Israel se ha puesto, gracias a sus escasez, que tiene su lado positivo, a la cabeza de la tecnología de agua en el mundo y, hoy por hoy, después de unos años tremendos de escasez se puede decir que Israel es independiente desde el punto de vista del agua.

¿Cómo ha logrado Israel solucionar sus problemas de escasez de agua?

De formas muy diferentes. En un principio se logró llevar agua al desierto desde el mar de Galilea, en los años 50 y los años 60, permitiendo que la gente que estaba en el desierto, pudiese tener agua más allá de los pocos pozos que existían en el lugar, ese fue el primer logro. Luego desarrollaron todo tipo de tecnologías como el caso del gota a gota israelí, que permite, por ejemplo, que en el desierto encuentres zonas verdes gracias a estos sistemas de goteo que ahorran muchísimo el agua potable. Por otro lado, Israel es líder mundial en el aprovechamiento de aguas residuales, con una reutilización de más del 80%, y en algunos casos del 90%. Israel está a la cabeza de lejos. Creo que el segundo país del mundo es España, pero por lo datos que tengo alcanza un 12%. En Israel hablamos del 80%, y España es la segunda en la jerarquía mundial. Y por último es clave la educación. Cualquier niño israelí sabe que el agua es oro, y que hay que cuidarlo muchísimo. Se ve por todos lados y si hay un niño que de repente exagera o gasta agua, inmediatamente se le llama la atención. Hay campañas educativas en los colegios, en todas las instituciones sociales.

¿Se pierde agua en las redes de distribución?

Ese es otro tema crucia, el manteimiento de las infraestructuras. Si hay algún tipo de problema de agua, hay todo tipo de técnicos utilizando para que no se malgaste agua, en las ciudades, en los campos.... La gran novedad es la desalinización que se está aplicando cada vez más.

¿Israel y Palestina trabajan conjuntamente en este aspecto?

Hay un problema serio en este campo. Los israelíes tienen más acceso a agua que los palestinos, sobre todo en Gaza, donde existe el peligro de que se acabe el agua y allí viven 1,8 millones de personas. El tema del agua es un tema esencial porque puede provocar guerras, pero el problema debe ser resuelto en el marco del paquete de temas que hay, de los temas políticos, que se deberán negociar, pero en mi opinión, y en esto quizá discrepo un poco, el agua es un derecho básico de cualquier ser humano. Nosotros, los que vivimos en occidente, no podemos imaginar que no tengamos grifos con agua potable a nuestra disposición en cualquier momento, pero aún hay muchos países en el mundo, y algunos países árabes, y entre ellos zonas palestinas, en los que eso no ocurre y hay que evitarlo. Hay que acabar con eso y hay que darle una prioridad máxima ya que agua es vida. Todo esto debe ser resuelto también en el marco de un acuerdo político de paz, que incluye otros temas esenciales importantísimos como son la seguridad, como son las fronteras, los refugiados, los colonos y el futuro de Jerusalén.

¿Qué opina de los trasvases de agua como solución para llevar caudales de un territorio húmedo a uno seco?

Bueno, todo depende de cada caso. Los trasvases comenzaron en Israel en los años 50 y 60 del siglo XX. De hecho , los trasvases se mantuvieron hasta hace muy poco. Se llamaba el conducto nacional y consistía en llevar agua del mar de Galilea al desierto por 160 kilómetros, porque simplemente no había otra solución. Yo creo que hay casos en los que no hay otra solución. Se deben estudiar las repercusiones ecológicas de cada uno de los trasvases. Ahora mismo se trabaja en una solución para el mar Muerto. Es el lugar más profundo de la tierra y un tesoro ecológico de la humanidad en el que hay minerales únicos. Se está muriendo, se muere porque se seca por la falta de agua.

Una de las soluciones que estudian el Banco Mundial, el Gobierno de Israel, el Gobierno de Jordanía, y también por los palestinos, es la creación de un canal de agua que se llama Red Dead, cuyo objetivo sería trasvasar agua desde el mar Rojo en la zona de Eilat, una ciudad israelí del sur del país, hasta el mar Muerto y permitir de alguna manera que resucite ese que pierde metros cada año por la sequía y por la evaporación, y que se teme que en décadas pueda desaparecer, por lo que hay que tomar medidas. Hay que aprovechar los avances tecnológicos siempre, pero hay que encontrar un equilibrio entre los avances tecnológicos y la ecología. Encontrar el equilibrio entre ambos y ahí está la clave. O sea, los trasvases son aceptables cuando se llegue a la conclusión de que no afecta al medioambiente de forma demasiado drástica.

En España existe una gran polémica por un proyecto de trasvase que se aprobó. Llevar agua del río Ebro a la zona de Alicante, la Vega Baja, Murcia. Al final cambió el Gobierno y se apostó por las desaladoras.

Estamos en la era de la globalización y lo que hay que hacer es encontrar expertos, porque no creo que la situación de Alicante sea única en el mundo. Hay muchos países, incluido Israel, que han tenido problemáticas similares, y lo que hay que hacer es colaborar y aprovechar de las experiencias de los demás. Eso es lo que yo creo que hay que hacer y lo que yo recomendaría hacer también a nivel de Oriente Medio. Aprovechar la experiencia de los demás, ya que Israel está más adelantada, tiene tecnología punta en este campo. Yo creo que las desaladoras tienen ciertos problemas pero en el caso israelí no quedaron muchas alternativas.

¿Desaladoras, complemente o solucion?

Tienen que ser un complemento. Más importante es la reconversión de aguas residuales. Imaginemos la cantidad de agua que puede llegar de centros urbanos como Madrid o como Barcelona, si en vez del 20% se consigue llegar a un 50%, 60% u 80%. Imaginemos las ventajas. El problema de las desaladoras, es que en gran cantidad pueden tener una repercusión sobre el mar en sí, crear algún tipo de problema ecológico. Deben controlarse y también ese cierto que hoy en día que se ha conseguido desalar agua a precios mucho más económicos. Son importantes, pero no la única solución.

¿Sabía que en Alicante se riega con agua extraída de pozos a 500 metros de profundidad y por tanto con contenido en sal por encima de la media, conocías este dato?

No, ese dato no lo conozco.

¿Y que le parece?

Es un problema serio para el futuro si estos pozos quedan totalmente fuera de juego. La verdad es que todo depende de cuál sea la alternativa. Si existen alternativas, hay que evitar esta posibilidad porque tiene repercusiones a largo plazo. Nosotros estamos de alquiler en el planeta y si provocamos demasiado daño hipotecamos el futuro. Entonces, lo que yo considero es que hay que tener todo esto en mente, pero al mismo tiempo hay que entender cuáles son las alternativas. Cuando no existe otra alternativa hay que pagar el precio y arriesgarse, porque ante todo hay que sobrevivir y hay que permitir que la gente tenga agua, pero hay que pensar en las alternativas. Y hay otra cuestión que debemos tener en cuenta. Los políticos piensan en el plazo que queda hasta las próximas elecciones. Llegó el momento de pensar, no en obtener resultados hasta las próximas elecciones, si no en obtener resultados a largo plazo. Y hay que planificar, hay que estudiar con expertos que tomen en cuenta todos los aspectos, los aspectos tecnológicos y los aspectos del medio ambiente y llegar a un acuerdo equilibrado entre ambos.

Alicante pasa por una de las sequías más graves de su historia. ¿Son asimilables las soluciones que ha tomado Israel?

No tengo la más mínima duda, porque Israel pasó por épocas de sequía, muy graves, muy graves también. Describí antes la angustia de como medían cada milímetro del mar de Galilea, de lo que se llama el lago Kimeret, que era la única fuente y como están los israelís preocupados con la evaporación del mMar Muerto. Esta problemática se vivió en Israel hasta hace nada, hasta hace dos años. Se encontraron soluciones tecnológicas, o sea que yo creo que todo es posible y que no hay que temer ni que entrar en pánicos simplemente hay que actuar, actuar a largo plazo con planes bien hechos que me imagino que lo expertos tendrán que adoptar y para eso están congresos como el de Alicante.

Claro, esa era la siguiente pregunta, que te parecía iniciativas como el Congreso Internacional del Agua, que se celebra en Alicante, para concienciar del problema del agua en el mundo.

Crucial, simplemente. Porque esta es la forma de enfrentarse, de abrir la Caja de Pandora, y de decir señores llegó el momento de enfrentarse con la problemática ésta aunque sea difícil, aunque se polémica, hay que hacerlo porque de esto depende nuestro futuro.

¿Israel ha adaptado sus cultivos al clima o ha buscado agua para no desaprovechar su clima?

En Israel se tomó en cuenta el clima y de hecho Israel se ha convertido también en la agricultura, en uno de los países más modernos, gracias a esto, gracias a saber utilizar el tipo de cultivos y el tipo de agua necesaria, la mínima agua necesaria. Acabao de regresar del desierto y he visto como se plantan tomates cherry. Los tomates pequeños y todo tipo de frutos y todo tipo de legumbres, que necesitan poca agua, controlada y medida con gran rigor. En muchos se riegan con aguas residualese. En Israel la agronomía se ha desarrollado mucho porque tampoco hay mucho terreno. Israel es un país, aunque hace mucho ruido internacional, más pequeño que la Comunidad Valenciana. Israel tiene 21.000 km2, la Comunidad Valenciana tiene 23.000. Los israelíes han tenido que aprovechar cada metro, cada metro cuadrado. Por eso, para la agricultura hacía falta aprovechar los cultivos que pueden ir bien en las zonas desérticas y eso es lo que se ha hecho una combinación de todos estos medios.

La falta de agua puede llegar a provocar guerras en el mundo en los próximos años.

No tengo la más mínima duda. La falta de agua es un problema muy, muy serio. El agua es un elemento básico que tiene que ser uno de los primeros derechos humanos, o sea, que cualquier ser humano tenga acceso. Yo he escuchado que un país de Oriente Medio, Yemen, por ejemplo, que se va a quedar sin agua en pocos años. Alguien tendrá que ayudar a crear fuentes hidráulicas que ayuden a Yemen. Lo mismo ocurre en Gaza. Ahora mismo, existe una conferencia internacional de donantes que ayudan a reconstruir Gaza exigiendo el desarme de Gaza, como parte del paquete. Se habla de cinco mil millones de dólares que es algo así como una fortuna para una zona como Gaza. Pues bien, una de las cosas que tienen que hacer allí es crear plantas desaladoras como soluciones inmediatas, para resolver este problema del agua. Es una de las prioridades, creo yo, porque países en la región que en pocos años se pueden quedar secos. En Jordania se ha construido una planta desaladora con colaboración Israelí, que aportará agua a los palestinos de Cisjordania. Dos millones de habitantes y eso es muy importante. Es el paso correcto.

O sea, que Tenemos un problema con el agua no solo en Palestina si no a nivel mundial

Obviamente, y diré más. En mi opinión las soluciones son soluciones globales porque normalmente lo que hace un país o una zona tiene inmediatamente repercusión en otra, por ejemplo, el Líbano en algún momento ha intentado crear presas parando ríos que luego fluyen hacía Israel, hacía Palestina y el hecho de que se tomen medidas inmediatamente afecta a todos los demás, o sea, hay que crear todo tipo de acuerdos regionales entre distintas partes pero no solamente pero también crear algún convenio mundial que asegure el agua a todos.

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