El Casco Antiguo hedía ayer, entrado el día, además caluroso, a orines por todas sus esquinas y calles pese a que habían baldeado. Había cristales y trozos de botellas y vómitos en la calle San Roque, Pedro Sebastián y en general en los alrededores de la plaza de Quijano, donde se celebró una fiesta de estudiantes el jueves por la noche que los vecinos calificaron de «macrobotellón a lo bestia, con más de tres mil personas». Desde la asociación vecinal y cultural Laderas del Benacantil denunciaron además actos vandálicos puesto que les destrozaron varias macetas que adornan sus puertas y actitudes incívicas ya que «venían a nuestras puertas a orinar».
Los vecinos vieron a cientos de estudiantes con la misma camiseta y lo relacionaron con el concierto de apertura de curso que tuvo lugar esa noche en la Universidad. «Luego se vinieron al Casco Antiguo y se juntaron en la plaza de Quijano, donde se celebró un botellón sin ningún tipo de control, que a partir de las dos de la madrugada se descontroló», explica uno de los vecinos y vicepresidente de la asociación, José María Morán Berruti.
«Esto pasa todos los fines de semana pero el jueves fue exagerado. Tuvimos que llamar a la Policía», afirmaron los afectados, que criticaron que no se desplegara un dispositivo policial especial para la concentración de jóvenes.
«Fue un clamor popular, los vecinos en los balcones y las puertas de nuestras casas defendiéndonos. No queríamos emplear la violencia, que sí se ejercía contra nosotros. Orinaban en las puertas de las casas, fue salvajismo de la peor calaña y nos rompieron macetas y jardines por todo el barrio», manifestaron. Los vecinos barajan organizar patrullas de vigilancia «porque no se puede vivir de esta manera tres días a la semana».
Desde UTE Alicante confirmaron que se celebró una fiesta universitaria que obligó a los empleados de limpieza a trabajar tres horas más de lo normal. La empresa explicó que se encontraron la plaza de Quijano «hecha un asco, como en Carnaval» y que aunque no fue una limpieza especial como tal tuvieron que prolongar su jornada «porque no la podían dejar así». Además, recogieron numerosas quejas de vecinos.