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Raúl González

«Se usan menos preservativos porque en España se ha perdido el miedo al sida»

El doctor González ha estado trabajando en Haití durante los últimos seis años para la OMS

«Se usan menos preservativos porque en España se ha perdido el miedo al sida»

Hace apenas unos días regresó a España tras su última experiencia en Haití, país en el que ha trabajado con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y antes estuvo un año en Ginebra...

Sí, mi último destino fijo ha sido Ginebra, donde estuve un año con la OMS, hasta mayo de este 2014. Esa delegación coordina actividades específicas de salud pública de las regiones en las que divide la OMS el planeta. Ahí trabajé en la prevención del sida pediátrico.

¿Cómo llega un pediatra del Hospital de Sant Joan a trabajar para la OMS por el mundo?

La OMS no es una cueva de sabios, como parece, sino una agencia de salud pública. La OMS busca reforzar los sistemas de salud de los países para que puedan dar los mejores servicios a sus ciudadanos. ¿Cómo llega un médico español a la OMS? Siempre está una dosis de casualidad de por medio. La OMS necesitaba un clínico experto en sida pediátrico que hablara varios idiomas. De eso hace seis años. Y desde entonces he estado trabajando para ellos, hasta que en mayo me volví al Hospital de Sant Joan por motivos personales, un trabajo que echaba de menos. Tenía ganas de tocar barrigas y de usar el fonendoscopio...

Durante esa experiencia en la OMS, estuvo otro año trabajando y viviendo en Haití, uno de los países más pobres del mundo.

Allí el trabajo no sólo se ceñía al VIH pediátrico, sino que ejercía de coordinador de salud materno-infantil, que abarca desde vacunaciones a la mortalidad en niños. Allí se actúa de una forma muy distinta a como se hace en España. No tiene nada que ver. En Haití, el 76% de la población vive en la pobreza extrema y sólo el 60% disfruta del acceso a agua limpia.

¿Qué lugar ocupa la salud en un país como Haití?

Tienen acceso al sistema menos de la mitad de la población. Haití es una anomalía dentro de las Américas, no tiene nada que ver con el resto del continente.

Cuando se habla de VIH se va la mirada a África. ¿Es correcto?

El virus está extendido por todo el mundo, pero el grado de afectación en África no se puede comparar con el resto de países. Incluso en África hay dos zonas más calientes: el sur y el este del continente. Hay países con una prevalencia del 20%, como Botsuana.

¿Queda aún mucho por hacer en el contienen africano?

Hace 15 años, los médicos no pensábamos que se pudiese tratar masivamente el sida en África. El esfuerzo internacional, con una mayor colaboración de EE UU, ha permitido que la cobertura del tratamiento esté por encima del 60%. Ahora nos queda el restante.

¿Qué hace falta más dinero o más educación en la población?

Ambas cosas. Pero es básico que los países afectados contribuyan cada vez más con presupuestos propios a los programas contra el sida. No pueden depender siempre de la ayuda internacional.

¿Y en el resto del mundo, cómo está la situación del sida?

En América, por ejemplo, existen epidemias, pero están concentradas, afectan a grupos concretos de mayor riesgo (hombres que tienen sexo con hombres y mujeres que trabajan el sexo). En Europa tenemos un grupo más: los usuarios de drogas por vía parenteral (que comparten agujas). Las epidemias generalizadas, en cambio, pueden afectar a toda la población, como pasa en África.

En España, hubo hace décadas una gran campaña de información sobre el sida. ¿Está la enfermedad ya controlada?

El gran avance en España ha sido la transmisión de madres a hijos, ese problema está prácticamente eliminado. La transmisión entre iguales (por sexo o drogas) todavía sigue vigente, pese a vivir en una sociedad muy informada. Nosotros pensábamos que la situación se iba a controlar, pero no es así. Por ejemplo, el uso de preservativos ha bajado en España.

¿Es una hecho propio de aquí o extrapolable a otros países?

No, se da en todos los países desarrollados. En Estados Unidos o Reino Unido también existe casos por tener sexo no protegido.

¿Sigue generando el sida miedo y rechazo entre la población?

La percepción ha cambiado mucho. Antes tener sida era equivalente a la muerte, ahora no. Afortunadamente, el sida sólo es una patología crónica, como otra cualquiera que requiere una medicación. La supervivencia es prácticamente equiparable a la de una persona sin el virus. Por todo esto, la gente en España cada vez toma menos precauciones, usan menos preservativos, porque se ha perdido el miedo al sida.

¿Cuál es el perfil actual de los menores con sida en España?

Un perfil muy variado. En general, son adolescentes. Niños recién nacidos ya no vemos en España. Son casos casi residuales.

¿Qué vida tienen?

La que quieran tener. Es una enfermedad crónica, pero menos limitante que la vida de un diabético. El tratamiento -que ya es una pastilla al día- te permite tener hijos no infectados, trabajar, hacer deporte... No existen límites.

¿Sigue habiendo miedo a la hora de tener sexo con una persona con VIH?

Sí, pero nosotros trabajamos con realidades. El riesgo de infección es extremadamente bajo.

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