La iglesia San Antonio de Padua acogió ayer la misa en honor a la Virgen del Pilar, patrona de Aragón, en un intento de maños que residen en la ciudad de volver a poner en marcha el centro aragonés en Alicante, que cerró sus puertas hace más de una década por problemas económicos.

Con la colaboración de varios aragoneses y del presidente de la Casas Regionales en Alicante, Eduardo Fenoll, se organizó ayer una misa de carácter aragonesa, aunque no contó con la participación de joteros ni bailadores por falta de presupuesto. «Nuestra intención es reunir a los aragoneses y que sepan que tienen en Alicante un lugar de encuentro, en el que se intentará hacer una escuela de jota y baile, cursos y excursiones deportivas y educativas», explica Miguel Gracia, uno de los promotores de la iniciativa cultural.

Durante el oficio religioso de ayer, que arrancó con la entrada a la iglesia de las banderas de Alicante y de la Comunidad de Aragón, se ofrecieron flores a la Virgen del Pilar, patrona de los maños. En la misa, la música estuvo a cargo de Francisco Visconti y Noelia Capristano, que ofrecieron diferentes cantos litúrgicos.

Para finalizar el acto, se cantó el himno a la Virgen del Pilar y los asistentes que quisieron pudieron besar el manto de la imagen.