¿Qué supone en la práctica estar entre los 200 mejores del mundo en investigación?
Es un reconocimiento muy importante para los investigadores y también para los estudiantes porque en muchos países estos índices se tienen en cuenta para elegir universidad. Todos los departamentos que hacen química contribuyen a ese índice tan valorado.
Serán los mejores quienes busquen esos centros, ¿no?
En España estamos menos acostumbrados a esas cuestiones y todavía los estudiantes eligen la universidad que les pilla más cerca, pero en otros países se eligen los centros referentes en los índices más prestigiosos como el de Shanghai.
¿Implica darse un batacazo si el año que viene no figura la Universidad de Alicante?
Exige seguir trabajando en la investigación de forma continua porque la competencia es muy dura, sobre todo en áreas donde trabajan muchos y hay que procurar no perder ese puesto.
¿Cómo se explica que con menos dotación presupuestaria se haya conseguido este puesto?
En realidad el ranking refleja cómo lo estábamos haciendo hasta el inicio de los recortes. Es ahora cuando recogemos los frutos de todos los trabajos de los últimos 10 años porque todo sigue un proceso. Las consecuencias de las épocas más duras de la investigación empiezan a llegar ahora porque muchos grupos vivían de los proyectos solicitados y concedidos antes de los recortes más duros. No quedan proyectos de tanta cuantía económica como antes.
¿Estamos en blanco en proyectos competitivos?
Sí, exactamente. Hay una merma en proyectos competitivos en las últimas convocatorias. El proceso supone que durante cuatro o cinco años investigas y luego publicas.
¿Entonces el año que viene ya no estarán en Shanghai?
Debemos ser capaces de mantenernos, pero el recorte en investigación incidirá en un futuro. Los proyectos de convocatorias duran tres o cuatro años y ya no queda ninguno concedido de la época de antes de los recortes.
¿Estarán los investigadores mano sobre mano?
No, pero los recortes inciden en su trabajo. Habrá menos proyectos nacionales y la cuantía económica ha bajado en, al menos, un 30% o 40%, sobre todo en las convocatorias nacionales. La Generalitat no ha recortado los proyectos, aunque sí el dinero.
¿Cómo se las arreglan? ¿Se resiente la investigación?
Pues haciendo un poquito de todo, se intenta en la medida de lo posible que la investigación se vea lo menos afectada, aunque es verdad que no puedes contratar estudiantes de doctorado y eso se va a resentir. Intentamos suplir la situación estrujándonos más la cabeza cuando no hay más remedio.
¿Anima a los alumnos por el camino de la investigación, aunque luego les corten las alas?
Desde luego. Es un mundo apasionante. Implica enfrentarse a cosas nuevas, nunca entras en la rutina y resulta estimulante.
