El vertedero de Fontcalent prevé estrenar en los próximos días el último vaso para verter residuos que queda disponible -el cuarto- mientras el volumen de residuos que llega del sur de Valencia sigue aumentando y ya supera al que genera la propia ciudad. Para evitar que las instalaciones se agoten en seis años al ritmo actual de vertidos, desde el Ayuntamiento de Alicante aseguran que en una de las condiciones del contrato adjudicado hace un año se incluyó la obligación de compactar más la basura para reducir el volumen que ocupa y alargar doce años la vida útil de las instalaciones.
De cumplirse la previsión municipal, el vertedero, que comenzó a funcionar en 2005, podría cumplir con la estimación de vida útil inicial de 21 años incluso recibiendo más residuos de los previstos. La capacidad que inicialmente se fijó para la última celda de vertido que se estrenará en breve era de 728.000 toneladas, lo que, al ritmo de vertido actual, agotaría el espacio disponible antes de seis años. No obstante, desde el Ayuntamiento de Alicante y desde la adjudicataria, UTE Alicante, aseguran que ya se ha adquirido y puesto en uso la nueva máquina compactadora que permite reducir considerablemente el volumen de la basura que se entierra.
Según Llorens, el vertedero de Fontcalent tendría capacidad todavía para 1,3 millones de toneladas, que garantizaría doce años más de vida. En los datos sobre el espacio disponible se incluyen tanto 1,1 millones de toneladas de la última celda de vertidos como las casi 200.000 toneladas que caben en la celda que ahora hay en uso y que se utilizará en paralelo durante el próximo año.
El edil sostiene que está previsto que a las instalaciones lleguen anualmente un máximo de 256.000 toneladas de basura, entre la que genera la ciudad y la que se vierte de otros municipios del sur de Valencia. No obstante, el vicealcalde asegura que más de la mitad de los residuos se tratan o reciclan y que el volumen de basura que finalmente se entierra en el vertedero es del orden de 110.000 toneladas al año como máximo. Con estas cifras en la mano y con una mayor compactación de los residuos, el responsable municipal sostiene que el vertedero todavía tiene espacio para doce años. De cumplirse estas previsiones municipales, la ampliación del vertedero, que el Consell ya autorizó en 2012, no sería necesaria hasta 2026, aunque la construcción debería iniciarse antes para que estuviera disponible el espacio para entonces.
La llegada de basura de fuera tiene un efecto directo sobre la vida útil de las instalaciones, teniendo en cuenta que la ciudad genera del orden de 90.000 toneladas al año y que del sur de Valencia está previsto que lleguen en 2015 más de 120.000 toneladas. La cifra podría incrementarse teniendo en cuenta que la previsión municipal es que las instalaciones de Fontcalent puedan recibir hasta 256.000 toneladas de residuos en total al año.
La llegada de basura de fuera genera unos ingresos que, según los presupuestos municipales de 2015, ascienden a 6,5 millones de euros para las arcas municipales. Se trata de dos millones y medio más que el año anterior y que irán a parar a la concesionaria para sufragar la contratación de un turno adicional de trabajo para poder tratar el incremento de basura de otros municipios que se espera de cara al próximo año.
El veto a las basuras de fuera en el vertedero de Fontcalent se levantó en 2012 entre las protestas de los vecinos y de colectivos como Ecologistas en Acción o Esquerra Unida. Ambas entidades vienen oponiéndose a la llegada de basura de fuera y advirtiendo de la reducción de la vida útil de las instalaciones municipales. Desde Ecologistas en Acción, que junto a EU y los vecinos tienen recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la ampliación del vertedero, aseguran que las instalaciones recibieron entre 2005 y 2009 -antes del veto a la basura de fuera- el cuádruple de los residuos previstos por el plan zonal.
