Tan solo quedan tres días para que los barcos que van a dar la Vuelta al Mundo suelten amarras del puerto de Alicante y pongan rumbo a Ciudad del Cabo, primera etapa de la regata que tiene una duración de nueve meses. En estos momentos, las tripulaciones de mar y de tierra ultiman preparativos y llenar la despensa es uno de ellos. Y no es un carro de la compra cualquiera, ni por el contenido ni por el precio. «Parte de estas compras se están realizando en supermercados e hipermercados de Alicante. Cada equipo se gasta unos 2.000 euros en la compra de comida para la etapa», según explican desde la organización de la regata. En este sentido, indican que «los equipos de la Volvo Ocean Race seestán abasteciendo en empresas de Alicante. Para su día a día en las bases -en el caso del Team Brunel, desde finales de agosto-, en general compaginan empresas de catering locales con encargos a empresas de distribución mayorista».
En cuanto al abastecimiento para la primera etapa de la Vuelta al Mundo, el equipo españo Mapfre se está suministrando en hipermercados y supermercados de la zona. «La lista de la compra es larga y de cifras grandes», reconocen desde la base del equipo. Los tripulantes del barco español consumirán en el primer tramo de la regata 32 kilos de cereales, 13 kilos de leche en polvo y 3 de cacao, además de 300 cafés y 26 paquetes de galletas. Para los tentempiés hay previsto 120 chocolatinas, 26 kilos de frutos secos, 230 barritas de cereales y 15 kilos de embutidos (5 de jamón, 5 de cecina y 5 de queso). También se llevan 60 paquetes de chicles y 50 sopas en sobres monodosis.
Las tripulaciones calculan la cantidad de comida necesaria por etapa basándose en fórmulas de consumo de energía y en la longitud de cada tramo. «Para las 6.487 millas de Alicante hasta Ciudad del Cabo, que tardan en recorrer unos 25 días, en el Abu Dhabi Ocean Racing, por ejemplo, cargan 33 kilos por persona. Con ocho tripulantes y un reportero a bordo, las bolsas de provisiones para toda la primera etapa no son como las de la compra semanal del súper: pesan en total 300 kilos, que se mueven de una banda a otra en cada virada o trasluchada, como lastre, para ayudar a compensar la escora del barco», apuntan los organizadores de la regata, que tienen muy medido hasta el último gramo de carga que lleva cada barco.
Los regatistas queman en regata entre 5.000 y 6.000 calorías diarias, más del doble de la ingesta normal de un adulto. Comen fundamentalmente comida liofilizada (el 90% del cargamento de comida lo es), así como un máximo de ocho barritas energéticas diarias, y 20 píldoras de vitaminas. Suelen consumir hasta ocho tentempiés en un intervalo de 24 horas, incluyendo embutidos y chocolate.
Entre comidas, los tripulantes toman batidos de proteínas e incluso sopas y fideos instantáneos. «Con esta dieta, una persona normal engordaría en poco tiempo, pero en pasadas ediciones los navegantes han registrado pérdidas de hasta 11 kilos sólo en una etapa».
La comida se embolsa por días. Un paquete para cada jornada, y dentro de él cada tripulante tiene su bolsita con su nombre, con un menú hecho a medida, siguiendo razones nutricionales y culturales, pero también según gustos. «En el equipo Abu Dhabi, por ejemplo, el tripulante de Emiratos Árabes Unidos Adil Khalid sigue por cuestiones religiosas una dieta diferente a la de sus compañeros. En cambio, en la bolsa del español Chuny Bermúdez, que es trimmer y timonel, el jamón no puede faltar».
En cuanto a los líquidos, toda el agua que consumen la produce a bordo la potabilizadora. Bolsitas de té y café y leche en polvo, así como bebidas isotónicas -también en polvo-, complementan la ingesta para hidratarse.
