Los trabajadores de La Alcoyana y el Ayuntamiento de Alicante han llegado a un principio de acuerdo para poner fin a la huelga iniciada ayer en el servicio de autobuses metropolitanos, pero pese a ello el paro se mantiene, previsiblemente al menos hasta mañana. La concejalía de Tráfico y Transportes difundió en la mañana del sábado un comunicado en el que mostraba su compromiso de asumir la titularidad de las líneas 25 y 27, que comunican el centro de la ciudad con Villafranqueza y Urbanova, respectivamente, así como la 22 y la 39, que van, también respectivamente, desde el centro urbano a la Playa de San Juan y el Centro de Tecnificación, y que ya vienen siendo sufragadas por el Consistorio. Además, se recalcó la voluntad de asumir a todos los trabajadores de esas cuatro líneas.
Con ello, el Ayuntamiento venía a aceptar las reivindicaciones del comité de empresa de La Alcoyana, y que motivaron el inicio de la huelga. Los trabajadores se mostraron satisfechos con la buena disposición del Consistorio y consideraron «muy positivo» su compromiso, pero exigieron un paso más, y reclamaron que el acuerdo recoja de manera explícita el número de trabajadores adscritos actualmente a las cuatro líneas de autobús que pasarían a la concesión municipal y que, por lo tanto, serían asumidos por ella. Hasta entonces, según el presidente del comité de empresa, Gil Grimaldos, se mantendrá la huelga. Grimaldos recalcó, no obstante, que es probable que el acuerdo definitivo llegue mañana.
El paro comenzó a las 0.00 horas de ayer y está convocado hasta el sábado de la próxima semana, 11 de octubre. Los servicios mínimos decretados son del 35% en todas las líneas, salvo en los recorridos nocturnos, que se han suprimido por completo. Así, en la madrugada del viernes al sábado ya no circuló ningún autobús a El Campello, Mutxamel y San Vicente del Raspeig. Durante el día de ayer, los servicios mínimos se cumplieron con normalidad, y, al margen de éstos, el seguimiento de la huelga por la plantilla fue masivo, según fuentes del comité de empresa. La jornada transcurrió sin ninguna incidencia destacable, más allá de las lógicas molestias a los usuarios por la reducción en la frecuencia de paso de los autobuses, que afectó a todas las líneas metropolitanas.
El concejal de Tráfico, Juan Seva, mostró su descontento por el hecho de que no se desconvocara de inmediato la huelga ante el «compromiso claro» manifestado por el Ayuntamiento de incorporar a la contrata del transporte urbano cuatro líneas de La Alcoyana, así como a sus conductores. Seva reiteró que «estos trabajadores se incorporarán» al servicio municipal, «en la forma en que se decida en la mesa de trabajo». Por ello, insistió en «no entender» la postura del comité de empresa, y apeló a sentarse a negociar cuanto antes.
Sin embargo, Gil Grimaldos insistió en que se debe «concretar el número de conductores», haciendo hincapié en que ahora mismo hay 25 trabajadores adscritos a las líneas que pasarían del servicio de transporte metropolitano al urbano. Recalcó que el comité de empresa tiene «una postura muy sólida» al respecto y que sólo desconvocará la huelga cuando el Ayuntamiento hable de manera explícita del número de conductores afectados. No obstante, insistió en confiar en que el acuerdo definitivo llegue mañana.
