Unos 500 vecinos de Alicante cortaron ayer la avenida de Elche en una manifestación que culminó ante el Barranco de las Ovejas en protesta por la dilación constante de las obras en este encauzamiento junto al barrio de San Gabriel, ahora en marcha. Los trabajos se adjudicaron en octubre de 2011, es decir, hace tres años, y se han parado en varias ocasiones por problemas de cobro de las empresas que ejecutaban el proyecto con la Generalitat, la última en verano de 2013. Así estuvieron hasta hace un par de semanas, en que se reanudaron en su última fase.

Sin embargo, los vecinos se muestran escépticos porque, como rezaba en la convocatoria de la protesta, «a día de hoy sigue sin adecentarse el cauce del barranco (donde se tienen que depositar centenares de piedras en todo el lecho) con el riesgo grave y real de inundaciones que esto supone ante una gota fría», sobre todo para el barrio de San Gabriel.

La manifestación fue convocada por las asociaciones Gran Vía Sur-Puerto, San Gabriel, La Florida, El Templete de Benalúa, Barrio de José Antonio, Alipark y Ciudad de Asís, cuyos representantes partieron desde la calle Méjico en dirección al Barranco de las Ovejas con numerosas pancartas. El mensaje principal era «El sur también es Alicante. Basta ya de promesas incumplidas». Esta movilización fue convocada por estos colectivos después de que no vieran ningún trabajador en el cauce el 12 de septiembre, un día después del ultimátum que dieron al Consell (departamento de Agricultura) para que entraran a trabajar con maquinaria en la zona. «No nos fiamos de que puedan pararlas de nuevo en cualquier momento, como han hecho ya dos veces en el último año y medio», explicó Manuel Alcón, presidente de la asociación Gran Vía Sur-Puerto.

Los manifestantes también llevaron pancartas con los mensajes «Queremos un Puerto sin contaminación, no a la planta química Marpol», «Graneles con tolvas ya» o «Basta ya de incumplimientos», en referencia a otros problemas del barrio. Porque además exigieron el fin de las obras provisionales del Acceso Sur, que se retomen las de la Vía Parque, que también llevan meses paradas, y que se detenga la instalación en el Puerto de una planta que evitará que se arrojen residuos al mar, de acuerdo a una normativa europea. «Estamos de acuerdo con la recepción, pero no con la fase de transformación, que es cancerígena, aparte del riesgo de explosión», dijeron los vecinos. La asociación ha presentado alegaciones a esta fase del proyecto pero el Consell las ha desestimado todas. «Quitaron Campsa y ahora nos quieren meter un depósito de combustible, que es lo que es, ya que en la planta calentarán el producto a 65 grados».

Además, protestaron por la aparición de peces muertos en el agua y por las ratas que entran en sus casas, en piscinas y garajes. Representantes del PSOE como Miguel Ull, Gabriel Echávarri y otros precandidatos asistieron a la protesta, también el edil de EU Miguel Ángel Pavón. Los vecinos leyeron un manifiesto exigiendo la finalización de una «chapuza» que «a día de hoy sigue con aguas y lodos fecales, basura por toneladas, ratas de dos kilos junto al colegio, suciedad y falta de vigilancia».