Un avión Airbus 320 de la compañía Air Lingus procedente de Dublín activó ayer instantes antes de las 22 horas el protocolo de emergencia al detectar humo en la cabina cuando se disponía a aterrizar en el Aeropuerto de Alicante - Elche. El vuelo tomó tierra puntual con 139 ocupantes sin más incidentes a las 22.10 horas y los pasajeros resultaron ilesos, mientras ambulancias y Bomberos se retiraban al quedar controlada la situación. Fuentes de Aena confirmaron anoche que el piloto del avión activó la alerta general al detectar el humo en la cabina, pero aseguraron que el Aribus había aterrizado puntual y que el pasaje abandonó el avión por su propio pie sin que fuese necesario evacuar a los viajeros.

Tras recoger su equipaje, los pasajeros salieron efectivamente por la salida habitual en la terminal de llegadas, aunque algunos de ellos manifestaron haber vivido con miedo la situación. Tres mujeres irlandesas contaron que media hora antes del aterrizaje se apagaron de golpe las luces del avión y se encendieron luces parpadeantes de «exit», mientras algunos pasajeros percibían humo por el techo:«Ha sido terrorífico porque el personal no nos ha dado información», explicó nerviosa una de ellas en inglés. Otras dos pasajeras también irlandesas, María y Helen, aseguraron haber pasado momentos de tensión porque se podía oler el humo, y hablaron de una posible avería eléctrica. En todo caso, otra pareja, un matrimonio apellidado Shaw, restó importancia al asunto y aseguró que las luces tan solo habían estado apagadas unos minutos y que no advirtieron peligro.

Una vez que el piloto activó la emergencia, el 112 dio aviso a los servicios de urgencias y hasta el lugar se desplazaron un SAMU, dos ambulancias SVS y tres vehículos de DYA, además de varias dotaciones de bomberos de los parques de San Vicent y Elche, que no llegaron a entrar al aeropuerto una vez que se confirmó que el aterrizaje se había desarrollado con normalidad. También los hospitales de la zona fueron avisados de modo preventivo por si era necesario atender a los posibles heridos. Una vez que el pasaje llegó al edificio de Aena, se desactivaron todas las alertas.

Estaba programado que el avión emprendiera vuelo de regreso a Dublín a las 22.40 horas, por lo que cuando se produjo el aterrizaje los siguientes pasajeros ya tenían sus equipajes facturados y habían pasado a la zona de embarque. Para efectuar las revisiones correspondientes se decidió retrasar la hora de salida a las 0.30 horas. Al cierre de esta edición no se había confirmado el despegue del avión.