La Plataforma Feminista de Alicante celebró ayer la retirada del anteproyecto de reforma de la Ley del Aborto y la posterior dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y calificaron esto como una «victoria». No obstante, apelaron a «no bajar la guardia» al estar todavía a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso presentado por el PP a la ley vigente, aprobada en 2010. Mientras tanto, los colectivos provida expresaron su indignación por la paralización del citado anteproyecto, al tiempo que elogiaban la «grandeza moral» de Ruiz-Gallardón, por haber situado sus principios «por encima de su cargo».
Las entidades que componen la Plataforma Feminista mostraron públicamente su satisfacción con una concentración en la plaza de la Montañeta, convocada la misma tarde de ayer, antes de que se confirmara la dimisión de Gallardón. La secretaria de Igualdad de CC OO en Alicante y una de las integrantes de la plataforma, María Candelas, se felicitó de la retirada de una «terrible contrarreforma» que «pisoteaba los derechos de las mujeres, tratándonos como niñas», y que el ya exministro estaba «empeñado en hacer». A su juicio, «parecía que el tema era la cruzada de Gallardón».
Con todo, Candelas insistió en que «hay que estar en guardia» ante el recurso de inconstitucionalidad que el PP presentó contra la ley actual, y sobre el que todavía no hay un pronunciamiento judicial. En este sentido, la profesora de Derecho Constitucional y también miembro de la plataforma Mar Esquembre recordó que aún podría producirse una ingrata «sorpresa» que pretendiera, dijo, «cercenar el derecho» a abortar. Por ello, reivindicó que «la Constitución reconozca el derecho a interrumpir de forma voluntaria el embarazo». Asimismo, celebró la dimisión de Gallardón, cuyo paso por el Ministerio de Justicia calificó de «insulto a la ciudadanía».
En cambio, el presidente de la Asociación Provida Alicante, Jaime Vierna, lamentó que se desestime un anteproyecto que «era un paso adelante y firme en favor de la vida». A la vista de lo ocurrido, en su opinión, «la defensa de la vida no parece un valor para el Gobierno», y la intención anunciada de hacer que las menores necesiten el consentimiento paterno para abortar no es más que un «caramelo para consolar» a las voces críticas. Vierna anunció que, previsiblemente, se llevará a cabo en próximas semanas alguna acción de protesta, consensuada entre colectivos de todo el país, «para demostrar que en la sociedad hay gente a favor de la vida» y contraria a «ataques» como «el aborto y la eutanasia». También recalcó que no se trata de una postura necesariamente religiosa, sino de «un valor humano que se comparte desde muchos puntos de vista», y que eso debe prevalecer frente a «los cargos o los votos».
