La Policía atribuye al dirigente socialista Ángel Franco un papel clave en la trama diseñada por el empresario Enrique Ortiz para aprobar, con la participación también de otros cargos como la alcaldesa Sonia Castedo -ya imputada-, el plan urbanístico de Rabasa, un macroproyecto al margen de planeamiento de casi 15.000 viviendas y un centro de Ikea con un «pelotazo» de 97 millones. El informe que sustenta la investigación apunta al exsenador y exedil como «intermediario» de una entrevista promovida por el constructor con la que intentaba desbloquear el trámite del plan, amenazado en ese momento -septiembre de 2008- por una resolución contraria de la Confederación Hidrográfica del Júcar, entonces bajo mando de los socialistas.
«No hay que olvidar el papel de Ángel Franco en toda la trama investigada. Y para comprender su responsabilidad y participación en los hechos, como ya se adelantó en los primeros compases de este informe, hay que retrotraerse al año 2005 y más concretamente al Pleno del Ayuntamiento de Alicante de fecha 26 de abril», sesión en la que se aprobó el plan urbanístico de Rabasa. El exsenador y el dirigente que, a día de hoy, sigue controlando la ejecutiva del PSPV en Alicante era, en aquel entonces y como recuerda el informe, edil y portavoz adjunto de un grupo que encabezaba Blas Bernal, del que la Policía asegura que recibió como regalo un barco por aprobar Rabasa. «Y votó a favor del Plan junto a los votos del Grupo Popular», como también señala la investigación policial.
El empresario se manejaba con gran familiaridad con Franco, como se desprende de las escuchas. En esas conversaciones Ortiz le llama «artista» al tiempo que le «piropea» y lo «ensalza»: «Eres el Rey». «Eres una máquina», le dedica. Para la Policía, el motivo de de esa «actitud tan amistosa» era la de intentar desbloquear el plan urbanístico de Rabasa, que estaba pendiente de una informe contrario sobre los recursos hídricos. Para el empresario, sostiene la Policía, «Ángel Franco es un intermediario para poder optar a contactar con cargos relevantes de la Administración estatal o de adscripción socialista». Con gobierno de Zapatero, la Confederación Hidrográfica del Júcar estaba presidida por Juan José Moragues, afín, como el exsenador, al sector de Joan Lerma en el PSPV.
Enrique Ortiz le pide a Franco que le ponga en contacto con Moragues para intentar que el organismo hídrico cambie esa resolución en contra que mantenía en jaque el avance de un proyecto esencial para Ortiz. «El empresario investigado busca siempre la manera de poder sortear los obstáculos que se le presentan y el de la posible suspensión cautelar del Plan es un problema muy preocupante para él. Incluso en la conversación, el empresario investigado le plantea [a Ángel Franco] que sea otra persona que el político diga la que realice la llamada para concertar la entrevista y así mantener su anonimato», señala el informe.
Esa conversación, junto a una segunda, se registra el 16 de septiembre de 2008. El nivel de relación llega al extremo que Franco, incluso, le refiere a Enrique Ortiz, para dejar claro su poder en la agrupación socialista, su victoria en una asamblea celebrada en esas fechas. Efectivamente, los socialistas se aprestaban a una nueva batalla durante el congreso en el que Jorge Alarte venció a Ximo Puig, que en el siguiente cónclave, celebrado en 2012, le dio la vuelta a la tortilla para hacerse con el control del PSPV con el respaldo, tanto entonces como ahora, entre otros del propio Franco, contra el que la actual ejecutiva local de Gabriel Echávarri desestimó hace más de un año la apertura de un expediente por su aparición en el sumario de la operación Brugal.
Enrique Ortiz tenía contactos al máximo nivel en el PSPV con los que, además, también elogiaba, como otra prueba de su estrecha relación con el exsenador, el papel de Franco en las filas socialistas. En una conversación grabada ese mismo día, en vísperas de aquel congreso de 2008, Ortiz conversa con José Cataluña, también lermista e histórico responsable de las finanzas del PSPV. Ambos hablan de concertar esa entrevista con la Confederación del Júcar pero también del control que tiene Ángel Franco sobre la agrupación de Alicante con 500 votos en la asamblea previa al cónclave y del apoyó «a muerte» del exsenador a Ximo Puig en ese congreso. «El mejor político que ha habido en la historia...», llega a decir Ortiz sobre la figura de Franco.
