El informe de la Unidad de Delinciuencia Económica y Fiscal (UDEF) sobre la tramitación del plan Rabasa subraya que el exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, seguía teniendo «gran peso en las decisiones y negociaciones llevadas a cabo por el Consistorio, siendo, junto con la actual alcaldesa el gran valedor de los intereses urbanísticos de Enrique Ortiz en la capital».

En este sentido, el informe policial da cuenta del viaje que hicieron a Oporto tanto Alperi como Castedo, cuando éste ya había dejado la Alcaldía, para entrevistarse con representantes de la multinacional Ikea y del que regresaron el 2 de noviembre de 2008. Aunque las escuchas apuntaban a que el regreso se realizó por un vuelo reservado por Vicente Cotino desde Santiago de Compostela a Alicante en un vuelo privado, tal como ya informó este diario, los investigadores matizan que aún están investigando si dicho viaje se realizó, en qué avión, de qué compañía y quién lo pagó.

Los investigadores subrayan que tanto la alcaldesa como Alperi defendieron los intereses del empresario investigado frente a los representantes de Ikea. Durante la estancia de los dos políticos populares en Oporto, la Policía interceptó llamadas entre Alperi y Ortiz, en las que prácticamente a diario, el ex primer edil informaba al empresario sobre la marcha de las negociaciones.

En una de ellas, Alperi le dice a Ortiz que han trasladado a sus interlocutores que «no nos tomen el pelo. Que no estamos dispuestos a meternos en un berenjenal importante para que luego no haya compromiso», en alusión a la reforma urbanística. Los agentes constataron también visitas del ex alcalde al domicilio particular de Ortiz, aún después de su salida del Ayuntamiento, para seguir tratando con él sobre la tramitación del plan.