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La Rambla se acicala

Conservación de Inmuebles obliga a rehabilitar la fachada de dos edificios en la céntrica avenida

Edificio pendiente de rehabilitar en el número 24 pilar cortés

El Ayuntamiento de Alicante ha obligado al propietario de dos edificios de la Rambla a rehabilitar las fachadas ante la imagen de deterioro que ofrecían y el riesgo que algún elemento cayera sobre la concurrida avenida, que en el último año ha experimentado un auge comercial con la apertura de más de una decena de nuevos establecimientos. Se trata de los dos edificios que quedaban por rehabilitar en esta arteria comercial.

Las obras han comenzado por el número 26, donde se ubicaba un conocido pub que ahora tenía cerradas sus puertas y que se distingue por la enorme marquesina de madera que sobrevuela la acera. La concejala de Conservación de Inmuebles, Oti García-Pertusa, asegura que obligará a retirar este aparatoso elemento por el mal estado que presenta y para dar un aspecto «más homogéneo» a la Rambla. Una vez finalicen los trabajos de rehabilitación de este edificio, comenzarán en el que hay contiguo, en el número 24. Se trata de un inmueble antiguo que ha ido degradándose con el paso del tiempo. Hace unos años, el Ayuntamiento obligó a colocar unas redes y una marquesina metálica sobre la acera para evitar que pudieran caer elementos de la fachada sobre la acera.

En los bajos de este edificio permanece abierto uno de los pocos comercios tradicionales que siguen abiertos en la Rambla. Se trata de una joyería que ha sobrevivido a los envites de la crisis y ha visto como las tiendas decanas de su alrededor echaban el cierre dejando paso a nuevos establecimientos.

La edil García-Pertusa sostiene que con el arreglo de estas dos fachadas se completa la rehabilitación de la Rambla, que recuperará así su estética señorial en un momento de pleno auge comercial. Y es que esta arteria comienza a despertar del ocaso en que quedó a partir de los años ochenta, con el goteo de cierres de tiendas tradicionales.

En el último año, han abierto sus puertas más de una decena de nuevos establecimientos y algunos lo harán en breve. Entre los nuevos negocios hay varios restaurantes y una heladería que ocupa el local en el que la tienda Borreguero llevaba más de 70 años vendiendo moda de mujer hasta que a primeros de año echó el cierre. A Borreguero le precedió en el cierre Benavent en el año 2011, cuyo local también fue ocupado por una heladería.

Los comerciantes explican que el mayor declive se dejó notar a partir de 2007, con la llegada de la crisis, y aseguran que la consolidación del tranvía y de la estación del Mercado (en un extremo de la Rambla) han contribuido a que esta avenida sea una de las principales zonas de paso de la ciudad, lo que ha atraído a franquicias y restaurantes.

Al medio centenar de locales abiertos en estos momentos la Rambla -entre bares, restaurantes, quioscos, pequeñas tiendas de comestibles 24 horas, oficinas bancarias o de las administraciones, tiendas ropa y complementos, joyerías y hoteles- se pueden suman las dos cafeterías-quiosco de la plaza de San Cristóbal (abierta esta año) y el Portal de Elche.

Todo ello ha contribuido a favorecer la actividad comercial y el tránsito de personas por esta avenida. Una auge ante el que el Ayuntamiento urgió a la entidad bancaria que poseía los edificios del número 24 y 26 a adecentar sus fachadas. García-Pertusa explica que ya se dio orden a los anteriores propietarios para que tomaran medidas y optaran por rehabilitar o derribar los edificios. En aquel momento, se decidieron por demolerlos. Sin embargo, ante la inactividad, la licencia municipal para demoler los inmuebles les caducó. Ahora, la entidad bancaria se ha decantado por la rehabilitación de los inmuebles.

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