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El Gobierno recorta el trasvase del Tajo al Segura en el momento de mayor sequía

Las normas de explotación entran en vigor con la reducción de 36 hm3 al año

Canalización del trasvase Tajo-Segura en la provincia de Alicante Antonio Amorós

El Ministerio de Agricultura ha recortado finalmente en 36 hectómetros cúbicos al año recortado 36 hectómetros cúbicos al año el caudal que trasvasará todos los ejercicios del Tajo al Segura en las condiciones más adversas (y habituales según los expertos) al establecer que en el nivel 3, cuando en los embalses de Entrepeñas y Buendía haya entre 400 y 580 hm3 embalsados, se trasvasarán al campo 20 hm3 al mes, en vez de los 23 hm3 que se habían anunciado en un principio, según consta en el decreto que entró en vigor el sábado tras su publicación en el BOE. En total, el ministerio trasvasará al año en esta situación -la autorización corresponderá a la ministra García Tejerina- un total de 314 hm3 garantizados por ley, en vez de los 350 hm3 que se anunciaron para consumo urbano y regadío. De nada han servido las críticas de la oposición y una parte de la comunidad universitaria.

Expertos y agricultores consultados por el periódico apuntaron que ningún recorte de agua es bueno en Alicante, pero subrayaron la importancia de que haya ahora un decreto que garantice negro sobre blanco la cantidad de agua a trasvasar. En total, las nuevas normas de explotación fijan el trasvase en un total de 600 hm3 potenciales al año, pero en las condiciones ideales, cuando en el complejo de Entrepeñas y Buendía haya embalsados unos recursos superiores a los 1.300 hm3. Entonces, el Segura recibiría 60 hm3 al mes. El decreto mantiene el aumento de los 400 hm3 a partir de los cuales el trasvase se cerrará. Hasta el pasado sábado la «línea roja» estaba en los 240 hm3.

Por otro lado, las nuevas normas de explotación del Tajo-Segura garantizan por ley un aporte de 38 hm3 de agua al mes siempre que la reserva en Entrepeñas y Buendía no baje de los 580 hm3, cuando la decisión deberá tomarla el ministro de Agricultura. Es a partir entonces donde se produce el problema, ya que los expertos calculan que un escenario con menos de los 580 hm3 de media almacenados será el habitual a partir de ahora por la sequía, el cambio climático y las obligaciones de cubrir primero la demanda de la cuenca cedente, Castilla-La Mancha y Madrid. Hoy, con una media de agua embalsada que no ha bajado de los 680 hm3 en los últimos cinco años, regantes y Mancomunidad del Taibilla observan, sin embargo, con satisfacción el nuevo escenario, incluso después de que la reserva a partir de la cual el Tajo no soltará una gota se haya elevado hasta los 400 hm3.

Reglas, por otro lado, que prácticamente nunca se han cumplido, aunque, incluso, en la situación más favorable en la cabecera del río Tajo (1.300 hm3), los regantes tuvieran derecho a 68 hm3 al mes, por los 60 hm3 de ahora, aunque éstos están garantizados por ley y sin que intervengan terceros en las decisiones. El decreto deja sin funciones a la otrora politizada comisión de desembalses.

En este sentido, Ángel Urbina, portavoz de Riegos de Levante (20.000 agricultores), apuntó que «está claro que el BOE no nos da agua, pero tampoco es su función. Pensamos que es un buen acuerdo porque los recursos son los que son. Lo que hay que trabajar ahora es en exigir al Gobierno que recupere el trasvase del Ebro, al menos hasta Castellón, y conecte el Duero y el Tajo, algo que liberaría presión a la cuenca cedente». Urbina destacó también que por primera vez se incluye por ley el control de los desembalses en Castilla-La Mancha, fijando topes mensuales.

Por su parte, el diputado socialista Herick Campos denunció ayer que «el PP, con Fabra y Císcar a la cabeza, han faltado a la verdad en materia de agua, pues ni los cambios sobre el trasvase incluidos en la ley, ni el plan del Tajo, ni el decreto aportan ni un hm3 más al trasvase a la provincia».

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