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Urbanismo amenaza con retirar la licencia a obras paradas para reactivar la construcción

Inspeccionan 300 construcciones que pueden perder la autorización por incumplir plazos

Obras paralizadas desde hace años en el Casco Antiguo y que, según Urbanismo, está previsto que se reanuden en breve Héctor Fuentes

La crisis del ladrillo dejó decenas de esqueletos de hormigón y obras paralizadas esqueletos de hormigón paralizadas que con el paso de los años han ido deteriorando la imagen de numerosas calles de la ciudad y generando quejas ciudadanas por la suciedad que acumulan o el riesgo que conllevan tanto para los indigentes que se resguardan en ellas como para los propios vecinos del entorno. Una degradación a la que la Concejalía de Urbanismo se ha propuesto poner freno. Para ello, ha iniciado una campaña de inspecciones -ya se han realizado más de 300- para comprobar el estado de las obras paradas y declarar la caducidad de las licencias urbanísticas que se concedieron en su día.

Se trata de una medida de presión que persigue que, ante la amenaza de perder la licencia, los promotores se animen a solicitar una prórroga para reactivar las obras o a traspasar la autorización municipal a otra empresa con capacidad económica para llevar a cabo el proyecto.

Los técnicos de Urbanismo ya han realizado 300 inspecciones de obras susceptibles de perder la licencia por haber incumplido los plazos de ejecución que se establecieron en ellas. Los técnicos evalúan desde la situación de seguridad de las obras a las posibilidades de que puedan reanudarse. Un 15% de los expedientes abiertos tras las inspecciones se encuentran bastante avanzados y, según explican desde Urbanismo, con toda probabilidad acaben con la retirada de la licencia.

Desde Urbanismo explican que si las obras comenzaron, pero quedaron a medias, como es el caso de numerosas construcciones que quedaron paralizadas con el estallido de la crisis del ladrillo, se arriesgan a perder lo que abonaron en concepto del Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO) y del resto de tasas urbanísticas. Sólo recuperarían parte del tributo aquellas quienes no hubieran comenzado a construir.

En cualquier caso, para poder retomar la obra en el futuro los promotores a los que se retire la licencia deberán partir de cero, volviendo a tramitar una nueva, pagando las tasas y tributos correspondientes (en torno a un 8% del presupuesto de la obra) y ajustando el proyecto a la normativa urbanística que esté en vigor en ese momento. Un trago por el que no están dispuestos a pasar muchos promotores, sobre todo teniendo en cuenta que las condiciones podrían variar considerablemente en el futuro si entrara en vigor el nuevo Plan General que se tramita actualmente.

Además, hay que tener en cuenta que la caducidad de la licencia no implica que el propietario del solar pueda desentenderse del mismo, pues está obligado a mantenerlo en condiciones de salubridad y de seguridad, retirando las grúas que puedan quedar en pie y cercando adecuadamente las obras en cuestión. De lo contrario, el Ayuntamiento podría multarle.

Efecto «dinamizador»

Desde Urbanismo consideran que, en buena parte de los casos, perder la licencia sería un problema para muchos promotores que están a la espera de que mejore el clima económico y el sector inmobiliario comience a recuperarse. En esa línea, la concejal del área, Marta García-Romeu, pretende que la campaña de inspecciones y de tramitación de caducidades tenga un efecto «dinamizador de la actividad urbanística en la ciudad».dinamizador actividad urbanística

Desde la Concejalía confían en que la medida anime a los empresarios a retomar la actividad o a tratar de traspasarla a otras empresas. El objetivo es frenar la degradación y la imagen que ofrece la ciudad. García-Romeu destaca que, en algunos casos, la medida ha comenzado a dar sus frutos.

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