El Ministerio de Fomento ha descartado adaptar, en una primera fase, los accesos ferroviarios al Puerto de Alicante al ancho internacional, lo que dejará a la provincia descolgada del Corredor Mediterráneo en cuanto al tráfico de mercancías, ya que éstas tendrán que seguir utilizando la línea convencional, algo que continúa, por otro lado, sin resolverse desde hace cuatro años. El puerto carece de enlace ferroviario desde que Adif cortara la conexión en 2010 para agilizar las obras de la línea AVE de pasajeros entre Alicante y Madrid.
El retraso ha provocado que las empresas que utilizaban el tren de mercancías para mover carga en los muelles hayan perdido cerca de 10 millones de euros por el desvío de contenedores al puerto de Sevilla y al transporte por carretera, según los datos que maneja la Autoridad Portuaria. Una coyuntura que amenaza, incluso, la potente plataforma logística que tiene Alicante con Canarias, desde donde se envía los productos que garantizan gran parte del abastecimiento de las islas. Los sectores económicos más perjudicados son el mármol, juguete, textil, construcción y todo lo relacionado con el envío de suministros a las islas.
Ahora se produce un nuevo mazazo, según una respuesta parlamentaria al diputado socialista Gabriel Echávarri, quien preguntó por la situación en la que se encontraba un proyecto que quedó plasmado, negro sobre blanco, el 7 de mayo de 2003, con la firma de un convenio entre el Gobierno y el Consell. La respuesta lo deja claro. «La planificación ferroviaria, ya que dicha línea no tiene las características geométricas (en especial pendientes) precisas para el tráfico de mercancías. El encaminamiento de circulaciones de mercancías en ancho UIC se realizará por la vía convencional antes citada, una vez acondicionada según se prevé en el proyecto de implantación del ancho internacional en el Corredor Mediterráneo».
El Parlamento Europeo ratificó la pasada primavera la inclusión del Corredor Mediterráneo y el aeropuerto de Alicante-Elche entre los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transportes compuesta por 35 actuaciones transfronterizas, 83 puertos (excluido definitivamente el de Alicante por su bajo nivel de tráfico, aunque Fomento mantuvo que lo conectará con la red AVE), 38 aeródromos y 1.500 kilómetros de alta velocidad ferroviaria.
En la lista definitiva también quedó incorporada la mejora del eje ferroviario Alicante-Navarra-País Vasco desde Sagunto y, entre otros el AVE entre Madrid y A Coruña, algo que desató las críticas del PSPV, porque de esta forma tendrá también derecho a los fondos que lleguen de Bruselas hasta 2020, algo que podría a afectar, según los socialistas a los plazos de ejecución del corredor. El Consell aseguró, por su parte, que la decisión no afectará para nada al Corredor Mediterráneo, que estará operativo para pasajeros y mercancías en 2016, según el compromiso de la ministra Pastor. La alta velocidad para la carga ferroviaria se quedará, no obstante, en Valencia y que hasta Alicante y su puerto sólo habrá ancho ibérico.
