Una vez que el presidente del Consell, Alberto Fabra, se ha pronunciado con contundencia al asegurar que Sonia Castedo no repetirá como candidata del PP en Alicante si sigue imputada, dentro del equipo de gobierno local arraigan las posturas que abogan por que el partido mueva ficha de inmediato y ponga cara a la nueva candidatura sin esperar siquiera a febrero y, mucho menos, a abril. Para ello, ven necesario que el PP ofrezca una salida a Castedo y llegue a un acuerdo con ella para que no reste protagonismo a quien vaya a ser la cara visible del partido de cara a los próximos comicios. A día de hoy, en los círculos políticos son muchos los nombres que se postulan, pero por el momento el PP guarda silencio al respecto. Un hermetismo que, ya desde las propias filas populares, instan a dejar a un lado.
Y es que las afirmaciones de Fabra en la entrevista concedida a este diario han avivado la incertidumbre en el gobierno municipal, en el que hay pocas expectativas de que el juez levante las imputaciones sobre Castedo antes de las elecciones de 2015. La sensación es de zozobra y falta de liderazgo para afrontar el futuro. La preocupación se extiende tanto entre los ediles más próximos a Castedo, que se ven más lejos de ir en las próximas listas municipales, como entre los situados al lado del partido. Entre estos últimos se extiende la convicción de que el partido debe actuar de inmediato, sobre todo teniendo en cuenta que comienza a trabajarse en la precampaña.
Castedo guarda silencio por tercer día consecutivo desde que este periódico publicó la entrevista con Fabra. Mientras, en sus filas se extiende la percepción de que la contundencia del jefe del Consell sólo se entiende si detrás hay ya una planificación de las cartas que se van a poner sobre la mesa. Entre los ediles populares más próximos al partido cunde la opinión de que debe ofrecerse una salida a Castedo, algo de lo que el propio presidente provincial de los populares, José Císcar, se muestra partidario. Dentro del PP municipal también se cree necesario garantizarle la vuelta si los tribunales le levantaran la imputación más tarde. Un acuerdo que, en opinión de miembros del partido, debería incluir el compromiso de la primera edil de facilitar la transición y dejar vía libre al nuevo candidato. Para algunos, el escenario ideal sería que Castedo se apartara de la Alcaldía para no perjudicar la imagen y el protagonismo de la nueva candidatura.
Desde las filas populares crece la percepción de que en el caso de Alicante, la transición no puede esperar dado el desgaste del partido a causa de las investigaciones de presunta corrupción que salpican a la alcaldesa. Desde Alicante creen que no despejar la duda y apurar los plazos, como pretende Génova, puede perjudicarles por la falta de tiempo para desligarse del lastre de los escándalos judiciales. Es a esa posible factura a lo que más temen los populares. Más que a la posibilidad de que Castedo pueda crear un partido propiopartido propio, pues creen que, de llevarlo a cabo, la reforma de la ley electoral que promueve el Gobierno la dejaría sin opciones.
