El elevado calor que alcanzan estos días las aulas y la ausencia de medidas por parte de la Conselleria de Educación han provocado el primer cierre de un instituto de Secundaria hasta el lunes que viene, día 15, una semana después de empezar el curso y pese a que la inspección educativa trató de impedirlo ayer con un requerimiento por escrito.

Tampoco la dirección territorial de Trabajo ampara la suspensión generalizada de clases solicitada por la Junta Docente Provincial. En su escrito, señala que las condiciones puntuales no la amparan.

Ayer, la dirección del IES Virgen del Remedio de Alicante envió a todos los alumnos a casa con una circular para sus padres en la que se hace constar «la imposibilidad de desempeñar la labor docente con tan altas temperaturas», así como la próxima previsión meteorológica, por lo que «tras informar a las autoridades educativas competentes, se suspenden las clases hasta el lunes día 15».

A la dirección territorial había llegado el día anterior, martes 8 de septiembre, un comunicado de la propia dirección del centro haciendo saber que «todas las aulas», sin excepción, habían superado los 30 grados de temperatura desde las 8.30 de la mañana -la legislación establece como límite los 27 grados para desarrollar la actividad escolar-, motivo por el que se habían suspendido las clases para los estudiantes de Bachillerato y de ciclos formativos, los mayores.

Dicho comunicado reclamaba, «si fuera precisa», la autorización por parte de Educación, al tiempo que se indicaba la intención de seguir velando por la formación del alumnado en días sucesivos, precisando que a los de ESO, menores, se les conducía a la fuente del patio para hidratarles.

Un día después, es decir, ayer, y ante la imposibilidad de dotar a las aulas de las «condiciones mínimas» para impartir clases, Educación recibe otro comunicado del Virgen del Remedio en el que se explicita que se suspenden las clases hasta el lunes día 15, que se comunicará a los padres y que el profesorado seguirá cumpliendo el horario preparando posteriores clases, lejos de querer convertirse en «instituto-guardería».

Docentes del instituto indicaron que los propios padres de alumnos de ESO se quejaron de que los chicos pasaran el rato jugando con agua en el patio, y que preferían que se cancelaran las clases.

En cuanto se suspendieron las clases, ayer a las 11, la inspección educativa acudió al instituto y presentó un requerimiento por escrito para que la dirección depusiera de su actitud. El comunicado enviado a Educación precisa que mientras no cambien las condiciones ambientales no se puede trabajar «con normalidad», y finalmente se ha citado a la directora en la dirección territorial.

Otros institutos aplaudieron ayer la decisión del Virgen del Remedio y desde las 11 también enviaron a los alumnos a casa.