Los científicos han confirmado la expansión del mosquito tigre (Aedes albopictus) a lo largo de la Comunidad Valenciana. Un grupo de investigadores de las universidades de Zaragoza, Murcia y el Instituto de Salud Carlos III, dentro de un proyecto del Ministerio de Sanidad, han muestreado 75 municipios de la Comunitat Valenciana y Murcia, de los que 48 han dado positivo a la presencia de huevos del mosquito tigre. «Unos resultados que indican el 65% de positividad» en el total de lugares estudiados en la campaña de vigilancia de 2013.

El seguimiento realizado por los investigadores, «que ya detectaron ejemplares de mosquito tigre en la provincia de Valencia, confirma que el Aedes albopictus se ha multiplicado a lo largo de las tres provincias valencianas. «Se ha extendido a través de la provincia de Castellón a lo largo de la costa hacia el norte y hacia el sur, desde que se detectó por primera vez en 2010 en Benicàssim y se propagó a los pueblos del interior en 2012. Unos movimientos que ahora han sido confirmados por los resultados actuales, que indican que 21 de los 23 municipios estudiados fueron positivos (91,3%)», según el artículo que han publicado en la prestigiosa revista brasileña, «Memórias do Instituto Oswaldo Cruz».

El mosquito se detectó por primera vez en la provincia de Alicante en 2005, a donde se cree que llegó «desde Cataluña transportado por un coche privado de un vecino de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) hasta Orihuela, donde tenía una casa de vacaciones». Más tarde, «el Aedes albopictus se encontró en abundancia en Torrevieja en 2009 y, en la actualidad, se ha detectado en 18 de los 24 municipios estudiados (75%)». En la provincia de Valencia el mosquito tigre se detectó «por primera vez en 2013, completándose de esta manera el corredor mediterráneo». El último estudio realizado confirman que tres de los 15 municipios incluidos en la muestra fueron positivos (20%), al que hay que sumar Real de Gandia».

Los entomólogos han utilizado trampas de «oviposición» u «ovitrampas» que colocaron en «una línea marcada por los ejes viarios que conforman la AP-7 y la N-332», preferentemente en «jardines y parques urbanos, rotondas ajardinadas, zonas residenciales, urbanizaciones y cementerios».

«Lejos de detenerse, y tras una década desde su introducción en el país (en 2004), la incuestionable expansión del Aedes albopictus por el este peninsular es un problema patente e ineludible», señalan los científicos. Uno de ellos, el valenciano Pedro María Alarcón-Elbal que trabaja en el Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, advierte que «las autoridades deben tomar conciencia e invertir en la prevención. No hay que esperar a encontrar el mosquito, hay que anticiparse. No solo es necesario dedicar partidas presupuestarias al control de la plaga, sino también a la prevención del problema. Por otra parte los tratamientos contra los adultos son muy agresivos, poco eficientes y pueden afectar al resto de fauna e incluso a las personas». El científico facilita tres claves para luchar contra la plaga del Aedes albopictus. «La primera es involucrar a la población en los planes de lucha contra el mosquito tigre: se deben eliminar los lugares potenciales de cría de esta especie como criaderos, botellas abandonadas, bebederos o macetas, ente otros. Ahí es donde van a criar las hembras».

En segundo lugar, las autoridades deben garantizar «una estrategia global, porque este es un problema global», por lo que se deben «aplicar medidas de control integrado mediante la utilización de productos larvicidas», recomiendan los investigadores en el artículo científico. «Y sólo en casos estrictamente necesarios, añaden, y justificados desde el punto de vista socio-sanitario, se deberían realizar tratamientos contra los mosquitos adultos».

El insecto «autoestopista»

El mosquito tigre se detectó por primera vez en España en agosto de 2004, en Sant Cugat del Vallés. «En una década se ha extendido progresivamente desde el norte de Cataluña hasta la Región de Murcia y amenaza seriamente con colonizar otras comunidades, como Andalucía, en un breve espacio de tiempo».