Achicharrados y sudando a mares. Profesores y alumnos definían así la primera jornada escolar de este curso en colegios e institutos, donde delegados sindicales han medido la temperatura con aparatos homologados del servicio de prevención y seguridad en el trabajo, que cuestan más de 8.000 euros, y registraron ayer temperaturas de entre 30 a 35 grados en un centenar de centros.

Javier Mas Bernabeu, delegado en la provincia, ha empezado a redactar la primera de las denuncias referida a un colegio situado en el noroeste de la ciudad de Alicante donde se mareó una profesora, mientras una alumna se mareó en Altea y fue trasladada a un centro sanitario. «Los docentes deben recordar que pueden denunciar esta situación, que no pueden ser sancionados por adoptar medidas y que no es saludable tener 30 niños, tres de ellos con dictamen psicopedagógico en una misma aula, y con más de 30 grados».

L'ALACANTÍ

Entre el ventilador y la nada

El concejal de Educación en Alicante, Antonio Ardid, reconocía que ningún colegio tiene aire acondicionado, que «ya sabemos que en Alicante hace calor, y que también lo hace en junio». Para los padres y profesores consultados el problema no es el calor, sino que los centros no estén preparados, de ahí que ayer las centralitas de los grupos sindicales no dejaran de sonar reclamando asesoramiento para denunciar formalmente estas condiciones. «Hemos recomendado a los profesores que tomen la temperatura en los próximos días y que tomen la medida que consideren oportuna por la salud de los niños. No se les puede denunciar». En Mutxamel, a consecuencia del golpe de calor sufrido por una alumna en los últimos compases del curso pasado, han reunido fondos para comprar ventiladores. Padres que acercaron a sus hijos de tres años por primera vez al colegio comprobaron el «enorme calor» que deberán soportar.

También en el colegio Lo Romero de Sant Joan los padres compraron unos ventiladores después de que el pasado mes de agosto al pintar un aula comprobaran las excesivas temperaturas que iban a soportar los pequeños.

Responsables de varios centros de San Vicente del Raspeig como el colegio Bec de l'Àguila o el IES Gaia manifestaron que tanto alumnos como profesorado estaban al mediodía «agobiados» pese a tener las ventanas y puertas abiertas. «En inspoporable. En una clase de cuarto con 31 niños marcaba 32 grados de temperatura», explicó la directora del Jaime I, Carmina Pastor. «Lo peor vendrá la semana que viene cuando empiecen las clases por la tarde», alertó el responsable del IES Canastell, Carlos Navas. C.R.F./A.S./M.F.

ELCHE

Puertas y ventanas abiertas

En Elche los abanicos, los ventiladores y las puertas y ventanas abiertas para buscar estratégicas corrientes de aire no bastaban para aliviar el clima generado por casi treinta personas conviviendo en una misma habitación. En varios colegios señalaban que no se les habían transmitido instrucciones sobre cómo aliviar a los niños desde la administración. Miembros de equipos directivos de varios colegios reconocían que «en las mejores aulas para invierno, las que tienen sol todo el día en la ventana, se están asfixiando» o incluso que «en dos días no ha dado tiempo ni a airear el centro». «Sufrimos el calor», decían resignados los profesores preguntados, aunque también reconocían que no hace más temperatura que la que corresponde al verano.

VEGA BAJA

Mucho calor y un inicio sin incidentes

Temperaturas por encima de los 30 grados en muchos municipios de la Vega Baja y resignación entre padres y alumnos en el arranque del curso en la comarca. La protesta de los padres del Gratiniano Baches, en Torrevieja, para que les den la jornada continua; los barracones en muchos municipios (Torrevieja, Orihuela, Guardamar del Segura, Almoradí) y las obras pendientes de ejecutar fueron el denominador común. Almoradí anunció ayer que mantendrá en septiembre el comedor escolar para familias sin recursos que beneficiará a 78 niños. E.G.B.

MARINA BAIXA

Advertencia a los padres para que los niños lleven agua a clase

El asfixiante calor registrado también en los colegios e institutos de la Marina Baixa llevó a muchos docentes a pedir a los padres, sobre todo de los alumnos de menor edad, que en los próximos días sus hijos lleven botellas de agua a clase. La situación no es para menos. En el CEIP Garganes de Altea, una niña de 6 años sufrió un desvanecimiento en clase y tuvo que ser trasladada en ambulancia hasta el centro de salud, donde fue atendida. En este colegio, las temperaturas alcanzaron los 33,6 grados en algunas aulas. Numerosos centros se han adherido ya a una denuncia por las altas temperaturas para remitirla a la Inspección de Trabajo. R. P.

ALCOIÀ, COMTAT Y LA FOIA

32 grados en el Montcabrer de Muro y quejas generalizadas

Los escolares de las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla arrancaron sudando la gota gorda. Gran parte de las poblaciones de la zona alcanzaron los 35 grados, y eso se trasladó al interior de los centros, de los que la mayoría carece de aire acondicionado. Un ejemplo lo constituyó el colegio Montcabrer de Muro, donde técnicos municipales, acompañados por la concejal de Educación, Elisa Genís, tomaron la temperatura de las aulas, que llegó a los 32 grados. Genís manifestó que «la legislación dice que no se deben superar los 27, pero la ocurrencia de empezar antes el curso nos ha llevado a sobrepasar ese límite con creces». En Alcoy, hubo quejas en todos los centros por el calor, mientras en los recreos los niños se ubicaron en las zonas de sombra. M. C.

ALTO Y MEDIO VINALOPÓ

Quejas por el asfixiante calor

La emoción -positiva o negativa según niños y edades- del inicio de curso escolar ha contribuido a que los pequeños sobrelleven mejor el asfixiante calor del primer día de clases. Algunos se quejaban a la hora del recreo por el «sol que caía» y buscaban las zonas de sombra, pero la mayoría lo ha soportado bien. No así muchos padres y profesores que se quejaban ayer del tempranero y sofocante comienzo del curso. P.G.