Ni alumnos, ni profesores. Los que faltaron ayer, en el primer día del curso escolar, fueron los libros. La tardanza de Educación en publicar el currículo de los nuevos textos de la Lomce para primero, tercero y quinto de Primaria, así como la falta de stock alegada por las editoriales, retrasan algunos días la normalidad de las clases.

En Secundaria empezaron de forma escalonada y en Primaria les faltaban textos. «Si no se resuelve en breve, tendremos que adoptar medidas de última hora. Nosotros queríamos mantener todos los textos del curso pasado para no gravar la economía de las familias, pero nos dicen que están descatalogados y no podemos funcionar como pretendíamos». El representante de los directores de colegios, Miguel Andreu, admite que pese a la intención de reciclar los libros como aconsejaba la Conselleria de Educación, las editoriales no están respondiendo.

«Vamos a buscar en las distribuidoras, no queremos cambiar por cambiar y trataremos de evitar vernos abocados a ello», dijo. Su centro, como tantos otros, han elaborado los nuevos manuales los mismos docentes, pero también necesitan «reponer algunos de los antiguos textos que no cambian».

La presidenta de la Federación de Padres de Alumnos de los colegios concertados de la provincia, Julia María Llopis, ratifica que «faltan libros en la generalidad de las editoriales porque el currículo nuevo se publicó muy tarde y por falta de stock también».

Llopis aduce que como los de sexto de Primaria cambiarán el curso que viene, las editoriales no quieren quedarse con sobrantes y han «atado en corto» este curso. También faltan nuevos de Ciencias Naturales y de Sociales. «Calculan que hasta mediados, sobre el 20 de septiembre, no estarán. Aunque parezca que ganamos clases con el adelanto del inicio del curso, sólo se ganan sobre el papel porque la realidad es otra», protesta la representante de los padres.

El también presidente de la federación de padres de centros públicos, Ramón López, lamentó que la «séptima ley educativa que tenemos en democracia obligue a las familias a rascarnos el bolsillo por la ausencia de becas de libros y pese a que Catalá dijo que no tenían porqué cambiarse». Los de Primaria superan los 200 euros y los de primero de la ESO llegan a 350 euros «y eso sin cambiarlos», denunció.

El currículum no cambia demasiado, de ahí que muchos centros hayan decidido añadir los nuevos contenidos para sus alumnos, pero otros: «Matemáticas de quinto curso introduce los números romanos y la potencia en base 10, el tanto por ciento o la probabilidad que no estaban. Creo que la totalidad de los docentes podían haberlo incorporado sin más gasto para las familias», dijo.

También hubo complicaciones a la hora de admitir a los alumnos con transporte gratuito. Desde los colegios e institutos advirtieron a este diario de que todavía no disponían de los listados de los estudiantes becados este curso, de forma que habían echado mano de las listas del año pasado, lo que provocó desajustes y que alumnos de Mutxamel o El Campello entre otros se vieran rechazados inicialmente por el autobús.

Tanto Ester Barceló por EU como Chimo Puig por el PSPV exigen responsabilidades a la consellera Catalá. Este último recordó que desde 2010 hay 6.000 profesores menos en la Comunidad y apostó por recuperar las becas.