La Conselleria de Educación acaba de asestar sendos tijeretazos a las ayudas para adquirir material informático para los colegios y a las subvenciones de transporte escolar. El Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV) dio cuenta ayer del acuerdo para detraer 6,4 millones de ambas partidas y destinar parte de esos fondos a pagar gastos corrientes como luz y agua, a adquirir licencias informáticas de Microsoft y a impulsar acciones formativas para el profesorado. Como de costumbre, la Generalitat acordó la transferencia de créditos en agosto. En concreto, en su sesión plenaria del día 1.

El mayor hachazo se lo lleva la partida bautizada como «Ayudas para la adquisición de libros de texto y material didáctico e informático». A priori, esos fondos iban a ir destinados a dotar de material informático distintas aulas de alumnos de enseñanza básica de la Comunidad. Cuando la Generalitat confeccionó sus Presupuestos de este año, reservó para esto 10,04 millones. Pero antes del verano recortó 4,4 millones y ahora ha vuelto a rebajarlo en 4 millones más. A día de hoy, se ha quedado únicamente con 1,64 millones.

Las ayudas individualizadas para transporte escolar, por su lado, han sufrido un bocado de 2,4 millones. De los 3,9 millones previstos han pasado ahora a 1,46. Esos fondos se redistribuirán: 1,3 millones se destinarán a adquirir licencias de Windows para ciclos formativos, 2 millones servirán para impulsar programas de formación para el profesorado y otros 2 millones se reservan para abonar gastos corrientes de los centros, como luz y agua.

Pagos pendientes

De hecho, solo para gastos de funcionamiento de los institutos de Secundaria de la provincia la deuda de Educación asciende a 11 millones de euros, una media de 20.000 euros por centro y mes.

Los directores de los centros han comprobado a su llegada este mes de septiembre que siguen sin recibir los fondos correspondientes al último cuatrimestre del curso pasado, como aseguraron ayer a este diario. El 29 de agosto el Consell hizo un esfuerzo por ponerse al día con los gastos de los centros educativos, pero no ha cumplido del todo pese a que ayer mismo el secretario autonómico, Manuel Tomás, aseguraba en rueda de prensa celebrada en Alicante y mirando directamente al director territorial, José Antonio Rovira, que «estamos al día en los pagos de los gastos de funcionamiento».

Los escasos 2 millones de euros que Educación araña ahora de lo que quedaba en el presupuesto destinado para ayudas en material didáctico e informático y para la adquisición de libros de texto para las bibliotecas escolares, resultan claramente insuficientes para hacer frente a los impagos que denuncian los institutos.

Los colegios han corrido mejor suerte porque apenas arrastran una demora de pagos de un mes, según señalaron representantes provinciales. Lamentan, no obstante, las dificultades que encuentran a la hora de poder concretar las cuentas «porque van llegando pagos diseminados, de muy diversos conceptos, monitores de comedor, algunas becas del año pasado. En los colegios nos mantenemos gracias a los ingresos de comedor y esos son los que no se han pagado del todo aún», precisaron.

Los fondos, por tanto, dirigidos al mantenimiento y mejora de la educación digital en la aulas, ordenadores y pizarras electrónicas, entre otros, se desvían para tratar de pagar la luz y el agua de los centros educativos de la Comunidad y evitar comienzos de curso tan bochornosos como el que hace dos años provocó el corte de luz en el Instituto Jorge Juan de Alicante debido a los impagos de la Generalitat.