El próximo miércoles 3 de septiembre arranca el curso más prematuro de la historia. Pero además se ha establecido que entren prácticamente todos los alumnos de golpe, es decir, desde Infantil hasta Bachillerato, sin olvidar Primaria, Secundaria ni segundo curso de ciclos formativos. Esto, según datos de la Conselleria de Educación, supondrá el desembarco de 253.942 alumnos censados en la provincia, 1.528 más (0,6%) que en 2013-2014.
Mientras hasta ahora se hacía de manera escalonada, progresiva y con jornadas distintas para los distintos tramos y niveles educativos, para el inminente curso se ha programado una llegada en bloque a colegios e institutos.
Además, acontecerá tan sólo dos días después de que los profesores vuelvan a los centros, un margen de tiempo insuficiente para realizar toda la compleja organización educativa, sobre todo para aquellos centros con más de 1.000 alumnos, que son muchos.
Para que no falte de nada, este año la tercera novedad, posiblemente la más importante, es que comienza la entrada en vigor de la Lomce, la nueva ley educativa que, a grandes rasgos, implica reducir las clases de una hora a 45 minutos en los colegios y cambios en las asignaturas de 1º, 3º y 5ª de Primaria.
Mientras, en los institutos, las transformaciones más evidentes se concentrarán en la formación profesional básica, de manera que se obtendrá un título para poder trabajar, pero académicamente no será realmente válido y será precisa una reválida para que se homologue como el diploma de graduado de cara, por ejemplo, a una oposición. Por tanto, en estos centros, la Lomce también será progresiva y se notará más bien en cursos posteriores.
Ante todo este arsenal de novedades, muchos sindicatos, asociaciones de padres y docentes ven el caos donde Educación ve prácticamente normalidad salvo por alguna incidencia que entra, a su juicio, dentro de lo normal como en cualquier arranque de curso.
Montserrat Martínez, presidenta de los directores de colegios de Primaria de Alicante, habla de precipitación. «Arrancaremos el curso el día 3 sin algunos profesores y en muchos centros las plantillas están más que ajustadas, por lo que en un principio no habrá tutores. Además, a las familias también les ha parecido muy precipitado el inicio de curso porque en la primera quincena muchos están de vacaciones», señala la portavoz, quien considera que por lo menos debe haber un margen de una semana para que los centros educativos se acondicionen y se limpien, después de casi todo un verano cerrados, se pongan en marcha y se organice educativamente todo correctamente.
«La Lomce toca sobre todo a primero, tercero y quinto de Primaria y afecta mucho a nivel de material escolar. La normativa salió en julio y sólo hemos tenido un mes para desgranarla. Todo eso repercute en el alumnado», apunta Martínez. Otro aspecto que critica Montserrat Martínez es que muchos centros educativos «están al servicio de las editoriales, cuando debería ser al revés, y realizar un trabajo de consenso y programación, para que por lo menos haya un año para poder trabajar».
Julia Llopis, presidenta provincial y autonómica de las asociaciones de padres de la escuela concertada, cree que se va a empezar casi sin libros, sobre todo en aquellos cursos donde se aplica la Lomce, «porque las editoriales están imprimiendo los libros. Justos no, es que no van a llegar a tiempo, por lo que va a haber muchas carencias de libros. Por tanto van a empezar sin material tanto docentes como niños y eso significa por lo menos que se va a perder la primera semana».
Llopis también califica de «barbaridad» que todos arranquen a la vez. «Va a ser un caos, sobre todo en aquellos centros con 1.400 alumnos», remarca, y recuerda que los profesores que acudirán el día 1 no tendrán tiempo casi ni de organizarse.
Un error el adelanto
«No llegamos a entender este avance de curso, porque no estará el material, los docentes no lo tendrán organizado y es inconcebible, no entendemos cómo puede entrar un niño de 3 años y uno de 15 años a la misma hora y por la misma puerta», reflexiona Llopis, quien considera un error adelantar el comienzo, sin dejar de lado el excesivo calor que aún hace en la provincia y con muchas aulas sin aire acondicionado.
El presidente de la FAPA Gabriel Miró, Ramón López, la mayoritaria de centros públicos de la provincia, valora que haya más días lectivos -4 días más en Infantil y Primaria y 2 en Secundaria-. «Con lo que no estamos de acuerdo es con las consecuencias de lo que va a traer consigo adelantar el curso y, de nuevo, adelantar los exámenes, que el curso pasado fue un desastre», manifiesta López.
La polémica por la jornada partida, un segundo año sin los bono-libros, recortes de subvenciones de más de un 78% del Consell a las federaciones de padres o la necesidad de un gran pacto político por la educación cree que son otros de los asuntos «pendientes» en el plano educativo de la Comunidad.
En la parte positiva, la FAPA Gabriel Miró valora que «desde el minuto cero se ponga en marcha el programa Exit de acompañamiento al alumno. Son 5 horas de recuperación fuera del horario lectivo en Secundaria con profesorado externo; y en Primaria están los programas contrato, que son un tutelaje durante todo el curso, incluso los sábado».
Sin embargo, para Ramón López el verdadero problema es que estamos ante la séptima ley educativa desde que se inició el periodo democrático. «Empezamos con un inicio de curso en el que el principal hándicap, y eso se va a notar, es que tenemos cercanas unas elecciones municipales y autonómicas. Eso va a hacer nuevamente que el sector de la educación reciba los vaivenes que cada cuatro años recibimos, sobre todo los movimientos asociativos, porque es cuando los políticos se dan cuenta de que existe un sistema educativo, es cuando se disponen a prometer, criticar y jugar con el futuro de nuestros hijos», según el portavoz.
Desde la otra federación de padres, la Enric Valor, se remarca que ha sido un adelanto de curso «sin negociación ni consenso y, por tanto, APAs y claustros han tenido menos tiempo para preparar las cosas. Sólo hay dos días para organizar esto, a lo que hay que unir el tema de los interinos. El 70% de los interinos están en Alicante, lo que no da continuidad, sí inestabilidad y no sabemos lo que el día 3 nos vamos a encontrar, no sabemos si vamos a tener suficientes profesores o no. Si sale bien el arranque de curso es gracias al sobreesfuerzo de los equipos directivos, del claustro y de las APAs porque la planificación educativa ha brillado por su ausencia».
La presidenta de la FAPA Enric Valor, Sonia Tirado, considera que ha habido «una precipitación en la implantación de la ley. Ha llegado muy forzado el decreto sobre el currículum de Primaria y las instrucciones del nuevo curso se han presentado ya iniciado el mes de julio». Además, al igual que Escola Valenciana, la «Enric Valor» insiste en que dividir Conocimiento del Medio en Sociales y Naturales, para ofrecer una de las dos asignaturas en castellano, hace perder horas lectivas de enseñanza en Valenciano.
La presidenta de la asociación de directores de institutos de la provincia, Laura Oliva, también vaticina algo muy similar. «Lo vemos muy apretado, apenas tenemos tiempo para organizar el curso y, por lo demás, ya lo iremos viendo», indica la representante.
Sindicatos como CC OO, UGT y STEPV comparten una visión cercana al caos. Estos últimos plantean movilizaciones los días 2 y 3 y apuestan por una huelga general el 23 de octubre, algo que no apoya CC OO. Desde los sindicatos recuerdan que el 1 de septiembre del año pasado se pidieron todas las vacantes y eso que el curso comenzó varios días más tarde. CC OO habla de «empobrecimiento de la calidad educativa, empeoramiento de las condiciones laborales y un modelo pedagógico involucionista y segregador».
La Conselleria hará, un día antes del inicio oficial del curso, una valoración de la «vuelta al cole», y es de esperar que hable de normalidad, refuerzo de medios y mejoras educativas. En este sentido, se afirma que los alumnos de Primaria tendrán Matemáticas, Castellano y Valenciano todos los días. «Se habla de calidad y en realidad vamos a la precipitación, a contrarriente y aprisa», lamenta la portavoz de los directores de colegios Montserrat Martínez.
