La provincia seguirá sometida hoy, por segundo día consecutivo, a los rigores provocados por el aire sahariano que hace cinco días se encontraba a 2.500 kilómetros al oeste de la Comunidad y a 3.000 metros de altitud. Esta bolsa, que entró por el suroeste, ha generado que sople poniente incluso en el litoral, de ahí las temperaturas tan altas no solo en el interior, también en la costa alicantina. Según Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, no se trata de una ola de calor sino de un «golpe» de vientos del Sahara que aún se dejarán notar hoy después de un martes calurosísimo porque los termómetros no rebasaron los 40 grados, pero cerca estuvieron, ya que Orihuela y Pego llegaron a 39,9.

Estas condiciones siguen calentando, además, el agua del mar, que está a unos 28 grados, manteniéndose, explicó Olcina, el riesgo de una posible gota fría. Aunque no será en los próximos diez días, en los que no habrá precipitaciones fuertes, ya que se mantendrá la estabilidad, con calor veraniego pero las temperaturas serán más suaves. Según la Agencia Estatal de Meteorología, el aire del Sahara, al llegar a la Península, se recalienta de forma anómala sobre la Meseta y desciende hasta el nivel del mar, donde se vuelve a calentar a un ritmo de un grado por cada 100 metros de descenso: en las distintas fases se producen hasta tres calentamientos sucesivos.

El calor llevó ayer a muchos bañistas a las playas, pero otros, sobre todo en localidades del interior, tuvieron que recurrir a piscinas, fuentes, abanicos y agua, mucha agua. En el caso de la capital de la provincia, Aguas de Alicante, la empresa que gestiona el suministro, calculó en casi 124 millones de litros el consumo para la jornada, de acuerdo a episodios históricos en fechas similares, y con esta previsión hizo su solicitud al Taibilla, que aporta el 60% del agua que consume Alicante, mientras que el resto es de «producción propia», es decir, procede de pozos que se programan telemáticamente a través de 33 depósitos, y que permiten regularlos en caso de mayor demanda, según explicaron técnicos de Aguas. Y si Alicante no superó los 40 grados, la ciudad de Valencia «sufrió» 41.6 grados en torno a las 16 horas.