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Pasajeros TRAMposos

Los usuarios aseguran que la falta de control y de revisores provoca que mucha gente viaje sin billete

Pasajeros TRAMposos

Se viaja muy cómodo, se va muy fresquito, es muy puntual y las frecuencias son buenas, aunque se podrían mejorar; pero hay gente, según apuntan los usuarios del tranvía, que realiza su trayecto sin pagar. La falta de control y de revisores en los diferentes recorridos que realiza el TRAM, tal y como señalan los pasajeros, fomenta la pillería y hace que más de uno se cuele sin abonar su billete. «Hay muy poco control, apenas se ven revisores. Si no quisiéramos, no pagaríamos», relata Ana Oporto. Este diario pudo comprobar mientras realizaba el reportaje que de los ocho pasajeros que subieron en un momento dado al vagón, cinco pagaron y tres, no. Extrapolando, sería un 38% el pasaje que no paga.

Fuentes de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana señalan que en los últimos nueve meses han puesto 850 sanciones por viajar sin billete a razón de 50 euros, que se quedan en 35 si se paga en siete días. Pero parece que hay gente que prefiere jugársela a pagar el coste de un billete. «Suben y se quedan al lado de la máquina (de venta de billetes), y si ven al revisor, entonces, pagan», señala Carmen Ramos.

Respecto a las frecuencias, los pasajeros se muestran satisfechos pero afirman que se podrían mejorar. José Matarredona está contento con el funcionamiento de la línea 4, que tiene una frecuencia de treinta minutos, pero asegura que «sí hubiera uno cada 20 minutos, sería mejor». Lo mismo le ocurre a Carmen López, pasajera de la línea 3. «Deberían ponerlo cada 15 minutos, pero yo me adapto».

A pesar de que haya gente que no pague y que las frecuencias podrían ser mejores, los usuarios del tranvía se muestran «encantados» y por ello la puntuación que le dan asciende a un notable alto, 8,25. «Es una pasada, lo mejor que me ha podido pasar» asegura Eva Pastor, una usuaria que vive en San Vicente y trabaja en la playa de San Juan. Antes tardaba más de una hora en llegar a casa.

La comodidad y la puntualidad son los aspectos más valorados por los pasajeros del TRAM, «es una ventaja saber que sale a y media, y sale», apunta Matarredona. También el aire acondicionado, aunque ahora en verano, las líneas van más saturadas y a veces no se nota tanto.

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