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Un viaje a la tierra de los ancestros

Los lugares de Lleida de los que toman su apellido 75.000 alicantinos pueden configurar una ruta

Un viaje a la tierra de los ancestros

Conocer que alguno de nuestros apellidos se corresponde con algún lugar en concretoapellidos lugar puede hacer que sintamos la curiosidad de visitarlo, aunque nuestro vínculo con ese sitio no vaya más allá de esa coincidencia. En la comarca leridana de la Segarra, donde se ubican varios pueblos y aldeas de las que «toman» su apellido miles de alicantinos -e incluso la comarca en sí es un apellido frecuente, especialmente en Elche-, ya saben algo de estas experiencias de «turismo de los orígenes», aunque de forma casi inicial. Son bastantes las personas que han acudido desde Alicante hasta Lleida para ver la Segarra, aunque no es todavía ni mucho menos un fenómeno masivo.

La monumental Cervera, capital de la Segarra, es otro de esos apellidos de origen leridano frecuente en la provincia de Alicante. Más aún lo es Ivorra, un pueblecito de aspecto medieval de apenas 100 habitantes, y todavía más extendido está el apellido Amorós, que se corresponde con una aldea en la que sólo hay 1o vecinos. También la villa de Torà, con un espectacular conjunto urbano repleto de portales y pasadizos, está presente como apellido en Elche y algunas localidades de la Vega Baja. Y, muy cerca, pero ya en la comarca de l'Urgell, no se puede dejar de lado Verdú, donde la mayor parte de sus 1.000 habitantes ignora que, a unos 400 kilómetros al sur, el apellido homónimo se extiende por la mayoría de los pueblos y ciudades y más de 8.600 personas lo llevan.

La Segarra y la zona más próxima de l'Urgell es una tierra en la que es fácil remontarse al siglo XI y a las batallas entre moros y cristianos que aquí se vivieron, y que dieron origen a que los topónimos se expandieran hacia el oeste y el sur mediante las repoblaciones de la «Catalunya Nova» y todo el Reino de Valencia. El actual conseller comarcal de Turismo, Miquel Parramon, destaca que ésta es «una tierra dura», de secano, donde «quien viene puede ver la esencia auténtica y no algo prefabricado». El incipiente turismo de la comarca, basado sobre todo en el patrimonio, aún no tiene en los «pueblos-apellido» un reclamo, pero Parramon destaca que «si viene alguien, encantados, porque es conocer tus raíces, aunque se remonten al siglo XI».

Mientras, en Torà, Jaume Marimon, propietario de un hostal que funciona de forma ininterrumpida desde 1890, cree que sería oportuno «ofrecer algo especial» en la comarca en torno a este tema. «Hay que pensar en lo que tienes más cerca, y pocas cosas son más cercanas que tu apellido»; a su juicio, alguien con Torà en su DNI que visite el pueblo puede sentir «una aportación a su propia identidad». Al mismo tiempo, estima que para las gentes de la zona es «potenciar nuestras propias raíces», al margen de «establecer vínculos afectivos con personas de otros lugares».

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