Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Diez calles sin luz a la espera de que el juzgado devuelva 250 metros de cable robado

El Ayuntamiento denuncia ante el juez la sustracción del cobre del alumbrado público en el barrio del Cementerio, que queda a oscuras hasta que sea repuesto

Diez calles sin luz a la espera de que el juzgado devuelva 250 metros de cable robado

A oscuras cerca del Cementerio. Así están desde hace dos noches los vecinos de una decena de calles de ese distrito alicantino desde que un hombre sustrajo, a las ocho de la mañana del miércoles, unos 250 metros de cable de cobre del alumbrado público en la calle Río Turia. Los viales más próximos y los transversales, así como el entorno de las pistas deportivas y las propias instalaciones, lo que supone un 60% del barrio, que es de reducido tamaño y con numerosas casas bajas y naves, se han quedado sin luz a consecuencia de este robo. «Se han llevado una buena tirada de cable, no son 15 ó 20 metros, sino un cuarto de kilómetro y es un tubo importante», explicaron ayer fuentes de la Concejalía de Atención Urbana.

La suerte que ha tenido el Ayuntamiento es que la Policía Nacional pilló con las manos en la masa al autor y se lo llevó detenido por robo con fuerza, como confirmaron fuentes policiales, a la vez que le requisaron el material. El cable está custodiado y Atención Urbana quiere recuperarlo, algo comprensible dada la catastrófica situación de las arcas municipales, para restituir cuanto antes el alumbrado público en la zona sin tener que gastar más dinero en reponer cable, algo bastante habitual en los últimos años por la crisis.

Para ello, el Ayuntamiento tuvo que presentar ayer una denuncia por robo y está acelerando los trámites con el juzgado para que le devuelvan cuanto antes el material. «Esto suele tardar varios días, incluso una semana pero dado que es una incidencia alta, porque ha afectado a todo un cuadro de mando y el barrio se ha quedado muy mal iluminado, estamos intentando recuperarlo antes para volver a ponerlo de forma inmediata».

A la vez, están buscando una solución alternativa tras la segunda noche de buena parte del entorno del Cementerio a oscuras. «No es fácil tener en el almacén 250 metros de ese tipo de cable. Son varias bobinas y es además grueso, porque los que roban cable buscan el que más cobre tenga».

Los robos de metales en el entorno del Cementerio y en el propio camposanto se remontan varios años atrás, con la desaparición de las barras de hierro de panteones, rejillas de alcantarillas, escaleras de aluminio y los grifos y tuberías de los aseos. En 2013 los tuvieron que sustituir hasta cuatro veces. También han desaparecido crucifijos, papeleras e incluso planchas metálicas del suelo de más de 200 kilos. Pero también han robado rejillas y tapas de registro del Monte Tossal, en pistas deportivas, e incluso se llevaron dos kilómetros del quitamiedos del barranco del Juncaret. Desde el Ayuntamiento aseguraron que el apagón no afecta al cementerio.

Compartir el artículo

stats