«La zona contigua a la entrada del parking de San Cristóbal, soportal del antiguo bingo, presenta un estado inaceptable, y podría motivar una intervención del Ayuntamiento con vistas a ser adecentada». Es lo que reclama la asociación Laderas del Benacantil, que representa los intereses del Casco Antiguo de Alicante. El colectivo urge esta prometida intervención a la vez que critica se haya dejado de lado cuando se instaló el velador que hay en la plaza.

La asociación expuso a la edil de Ocupación de Vía Pública, Oti García-Pertusa, su malestar por el hecho de que el quiosco haya ocupado la calle sin que el degradado entorno se haya recuperado. «La concejala nos trasladó que los dueños del quiosco, de acuerdo con los del bingo, tienen un proyecto para sanear y mejorar la zona». Al respecto, Oti García-Pertusa dijo ayer que el pliego de condiciones incluía una serie de mejoras, como la instalación de maceteros del mismo material del quiosco para dar al entorno una imagen homogénea, competencia del Ayuntamiento, «que ya se está haciendo», y un adecentamiento de las fachadas de lo que fue un bingo y una discoteca, que es competencia de sus propietarios. Está pendiente y se hará «en breve».

Aún así, los vecinos criticaron que en la plaza no se respete la distancia mínima entre establecimientos, y el no haber recibido aclaración sobre las dudas del proceso de licitación, «ni de las sospechas que sobrevuelan las condiciones de la adjudicación».

La asociación alerta también de la multiplicación de autorizaciones para instalar veladores en el Casco Antiguo, a lo que la edil les respondió que la ordenanza de veladores ha permitido aportar orden «en el disparate de equipos, elementos y mobiliario que los dueños de establecimientos instalan en las calles». Pese a su respuesta, le pidieron una moratoria a la autorización de nuevos veladores mientras no se establezca un modelo de desarrollo coherente en el Casco Antiguo, ya que entienden que solo sufren la parte negativa, como aumento de la inseguridad, vandalismo, rotura de mobiliario, efectos colaterales de los veladores, el tardeo y el botellón, y molestias como orines y suciedad.

Por ello, quieren que al menos parte de lo que recauda la Hacienda municipal por los veladores revierta en mejoras en el Casco Antiguo.