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Más de 200.000 viviendas en la Costa Blanca están vacías por falta de rentabilidad

La demanda inmobiliaria extranjera es insuficiente para animar a vender

Más de 200.000 viviendas en la Costa Blanca están vacías por falta de rentabilidad

La falta de compradores españoles debido a la crisis, la falta de rentabilidad para inversiones inmobiliarias ligadas al ahorro y, en menor medida, el hecho que las casas se hayan quedado obsoletas o presenten estado de ruina y ya no tengan salida en el mercado, han provocado que Alicante se haya convertido en los últimos seis años en una de las provincias españolas con un mayor número de segundas residencias vacías al contar con 209.024 casas sin habitar, un 16% del total de la planta, cifrada en 1.274.096 viviendas, según el último informe de la tasadora Tinsa. La demanda sostenida de compradores extranjeros -Alicante es líder en operaciones de compraventa en España por encima de la Costa del Sol- con unas 15.000 casas vendidas al año no es suficiente porque, además, la gran mayoría de las viviendas se compraron para invertir con lo que sus propietarios se resisten a ponerlas en el mercado, máxime cuando el valor de los inmuebles en la costa, la zona donde más casas vacías existen, ha caído un 40% desde que explotó la burbuja inmobiliaria en 2007, lo que provoca que la mayoría no estén ni en oferta.

La lenta recuperación del sector del ladrillo en la provincia ha vuelto a ofrecer datos positivos en el segundo trimestre del año, periodo en el que los precios descendieron un 4% respecto a 2013, seis puntos menos que en el primer trimestre del año, pero no ha sido suficiente. El precio medio es el más bajo desde 2007, sobre los 1.240 euros/m2 construidos.

El 16,4% de las viviendas, el 80% turísticas, censadas en la provincia no tienen residentes y se encuentran cerradas. En estos momentos, el tiempo medio de venta de una vivienda oscila en una horquilla que va de los 9 a los 30 meses. La situación no parece que mejorará a medio plazo, porque el hecho de que los inversores extranjeros estén comprando propiedades, aunque sea positivo, no compensa el parón del mercado nacional, azotado por la crisis, al menos, hasta 2015.

El censo alcanza un total de 1.274.096 viviendas, de las que 738.367 están consideradas principales (lugar habitual de residencia); 326.705 secundarias (pisos que se ocupan durante alguna parte del año, especialmente vacaciones) y 209.024 vacías -el 80% viviendas adquiridas como inversión para vender a los turistas-. Una cifra, esta última, que ofrece una radiografía clara de cómo ha castigado la crisis a la provincia.

El producto que se ofrece es muy diverso y varía mucho según las zonas y las tipologías del demandante. El parque total de viviendas de segundas residencias en la Comunidad ascendía, según los últimos datos oficiales, a 655.137. El perfil del piso medio de la segunda residencia es el de una vivienda de entre 60 y 80 metros cuadrados con dos dormitorios, mientras que la unifamiliar es de entre 100 y 120 metros cuadrados con 2/3 dormitorios y dos baños.

Fuentes del sector inmobiliario consultados por el periódico aseguran, no obstante, que la vivienda vacacional continuará siendo un valor del mercado residencial, sobre todo de cara al demandante extranjero procedente de Reino Unido, Rusia, Francia, Bélgica, Suecia y Noruega, ya que España es el destino residencial preferido por los europeos. Alicante concentra el 90% de las compraventas de viviendas residenciales a extranjeros, principalmente británicos y rusos.

Los extranjeros van a seguir demandando vivienda, pero no pueden representar una alternativa al congelado mercado nacional. Es más, no se espera que la demanda de segundas residencia pase de las 30.000 al año en el conjunto de España en los próximos ejercicios. El mercado nacional está muy complicado y el de extranjeros, a pesar del repunte, no sirve para reactivar el sector. En ciudades de la provincia como Alicante se está dando, en este sentido, un fenómeno curioso: compradores argelinos que se lanzan a la adquisición, casi siempre al contado, de viviendas modestas de entre 30.000 y 40.000 euros, algo que ha servido a muchos bancos para liberarse de esa bolsa de pisos que les llegaron de desahucios o de compradores, muchos inmigrantes económicos, que devolvieron las llaves para regresar a sus países de origen.

Según los últimos datos hechos públicos por la Conselleria de Infraestructuras el pasado julio, en 2013 se hicieron transacciones inmobiliarias a extranjeros por valor de 1.713 millones de euros en la Comunidad Valenciana, lo que supuso una cantidad superior, por ejemplo, a las exportaciones realizadas por la factoría Ford de Almussafes. Se vendieron 47.909 viviendas. En el primer trimestre de 2014 se habían vendido 4.267 viviendas, lo que supone un 40% más que el mismo trimestre del año anterior. De hecho, entre las diez ciudades españolas que más viviendas venden a extranjeros hay cuatro de la Comunidad: Valencia, Alicante, Orihuela y Torrevieja.

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