La siniestralidad en los puntos negros de la provincia dejó el año pasado una persona fallecida y 130 heridos, un balance que prácticamente duplica las cifras registradas en 2012. Ese año se contabilizaron ocho lugares de elevada concentración de accidentes de tráfico en la red viaria alicantina, mientras que en 2013 el listado cuenta con 11 tramos de carretera. Asimismo, hace dos años los heridos fueron 68, frente a la citada cifra de 130 en el ejercicio siguiente. El único dato positivo es la reducción de la mortalidad, ya que en 2013 hubo que lamentar el fallecimiento de una persona y el año anterior se habían producido dos muertes.
Todos estos datos aparecen en el informe de Principales Cifras de Siniestralidad en 2013, elaborado por la Dirección General de Tráfico (DGT) y que puede consultarse -en una versión provisional- en la página web de este organismo. Los números ponen de manifiesto el aumento de la peligrosidad de la red viaria en la provincia de Alicante, por la sola existencia de más tramos considerados como «puntos negros» por producirse en ellos al menos tres accidentes con víctimas durante un año. El hecho de que la cifra de heridos se duplique también revela que los sinisestros que se han producido en estos puntos han tenido mayores consecuencias que los ocurridos en 2012.
Algunos de los puntos negros que aparecen en la lista se repiten de años anteriores, o están muy próximos a aquéllos. Es el caso del kilómetro 48,5 de la carretera CV-70, en el acceso a Benidorm desde La Nucía. Aquí, además, se produjo la única víctima mortal -cabe insistir en que el plazo que tiene en cuenta el informe para contabilizar fallecidos es de 24 horas a partir de producirse el siniestro-, cuando en 2012 no se había registrado ninguna. También repiten las rotondas de acceso a la Universidad de Alicante y a la autovía A-77, con 33 heridos en conjunto, y a ellas hay que sumarle, además, una tercera rotonda en las inmediaciones: la del parque de bomberos del Consorcio Provincial. En ella hubo otros cuatro heridos.
Como vía secundaria, vuelve a destacar la CV-736, que une Dénia y Xàbia por la escarpada costa; en su kilómetro 6 -a 700 metros del punto negro de esta misma carretera en 2012- se produjeron el año pasado tres accidentes con otros tantos heridos. No obstante, la carretera más peligrosa de la provincia vuelve a ser la N-332, con el agravante de que, si en 2012 la peligrosidad se concentraba entre El Campello y Altea, ahora ese riesgo se extiende también al litoral sur. Sigue habiendo dos puntos negros en los accesos a Benidorm y l'Alfàs del Pi, a muy pocos metros de los registrados en 2012, y otro más en El Campello. No aparece en la lista, eso sí, ningún punto del conflictivo tramo de Venta Lanuza, donde existen varias curvas muy cerradas y donde en 2012 se registraron los dos fallecidos contabilizados. Eso no quiere decir que en 2013 no se produjeran accidentes aquí, sino que, como mucho, hubo heridos en sólo dos de ellos.
Junto a estos tramos peligrosos de la Marina Baixa y l'Alacantí, aparecen varios puntos negros más en la N-332 en el Baix Vinalopó y la Vega Baja. En el primer caso se trata del principal acceso a Santa Pola, donde el año pasado se registraron tres accidentes, con seis heridos. Más al sur, hay que incidir en la peligrosidad del tramo entre Torrevieja y Pilar de la Horadada, a lo largo de la costa oriolana; aquí hay dos puntos negros muy próximos entre sí, con 21 accidentes que dejaron en total 32 heridos.
