La alcaldesa, Sonia Castedo, aseguró en el pleno de ayer, tras la intervención de representantes de Alcoa y a petición de EU, que el Ayuntamiento de Alicante asumirá la limpieza y el desbroce del barranco de Agua Amarga ante el riesgo que conlleva en caso de lluvias torrenciales. Castedo aseguró, no obstante, que la competencia es de la Confederación Hidrográfica del Júcar y que la entidad local no asumirá la limpieza regular del barranco a no ser que este organismo ponga el dinero. La oposición pidió que la factura del coste se pase después a la CHJ. Por otro lado, en el pleno también intervino una representante de Alicante Accesible para exigir que se adapten las paradas de autobús.