La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, y la alcaldesa Sonia Castedo apelaron ayer al consenso para solucionar el problema del transporte urbano y metropolitano en l´Alacantí tras la advertencia lanzada por el edil Juan Seva de que el Ayuntamiento prohibirá a los autobuses de La Alcoyana parar en el casco urbano de Alicante. Preguntada por el anuncio del concejal de que se solicitará la gestión de las líneas que unen Alicante con los barrios de Urbanova y Palamó, Bonig indicó que «no habrá ningún problema». Algo en lo que coincidió con la alcaldesa, quien recordó que existen líneas de La Alcoyana como las que conectan Alicante con la Playa de San Juan o Villafranqueza que discurren al cien por cien por el casco urbano.

Bonig y Castedo subrayaron que lo que quieren es llegar a un consenso en beneficio de los ciudadanos, y apuntaron que existe sobre la mesa el estudio para que las líneas interurbanas hagan o no paradas urbanas en su recorrido por el casco urbano de Alicante.