Un niño de cuatro años esta inconsciente en el agua de una piscina. ¿Cómo deben actuar los adultos? ¿Se debe esperar a la llegada de los servicios de emergencia? ¿Cómo se puede salvar la vida de un pequeño en esta situación?

Esta imagen se ha repetido continuamente a lo largo del verano, y, en muchos casos con finales fatales. Por ello, la formación en maniobras básicas de primeros auxilios en menores puede significar la diferencia entre salvar o no la vida de un menor. Las pediatras del centro de salud de Sant Joan, que pertenece al Departamento de Salud Alicante-Sant Joan d'Alacant, ofrecen dos veces por semana (miércoles y jueves a las 13.00 horas) durante todo el verano y sin cita previa, el curso de reanimación cardiopulmonar básica aplicada a menores.

«Lo primero que tienen que saber los padres es que son capaces de actuar ante esta situación», explican las doctoras Mª Angeles Martín y Carmen Milán. En una sala repleta de padres con niños en su mayoría menores de cinco años, las pediatras ofrecen el curso para el que usan muñecos como modelos que simulan estas situaciones. Posteriormente son los padres quienes deben realizar la maniobra que acaban de aprender.

Procedimiento

En primer lugar, se debe comprobar que si el niño responde o no, y, en el caso de que no lo haga pedir ayuda gritando. Bajo ningún concepto se debe dejar al menor solo, detallan las profesionales. En los minutos que tardan en llegar los servicios de emergencia el padre o madre debe abrir la vía área del menor levantando el mentón y colocando la cabeza algo inclinada hacia atrás. Si se comprueba que el niño no respira se inicia la reanimación que consiste simplemente en realizar la ventilación cinco veces, en primer lugar, y alternando con masajes cardiacos en el tercio inferior del esternón con 30 compresiones. Seguidamente se realizan dos ventilaciones y se vuelve al masaje cardíaco hasta el momento en que llegue la ambulancia. En el caso de los bebés o menores muy pequeños el masaje se debe realizar con dos dedos, puntualizaron las pediatras.

Los profesionales aconsejan no esperar a llamar al 112 para iniciar la maniobra y continuar con ella hasta que el niño responda. «Creemos que sería muy interesante dar esta formación en los institutos, los jóvenes tienen mucho interés y se trata de una maniobra básica y decisiva para salvar vidas», subrayan las pediatras.