La provincia de Alicante dispone de unas comunicaciones óptimas por ferrocarril de alta velocidad o convencional con casi toda España, pero hay una zona relativamente próxima que queda totalmente al margen de ello: la parte más oriental de Andalucía. El cierre en 1985 de la línea que unía Murcia y Granada cortó las comunicaciones entre un lado y otro, sin que hasta el momento se haya planteado una alternativa factible al margen de la carretera. Sólo en los últimos años han comenzado las obras del trazado de alta velocidad entre Murcia y Almería, pero están en una fase muy inicial y todavía deberán pasar bastantes años para que ese proyecto sea una realidad.

La citada línea Murcia-Granada, que daba continuidad hacia el sur al corredor mediterráneo, fue incluida en el cierre masivo de ferrocarriles aprobado por el Gobierno de Felipe González en septiembre de 1984. Una clausura de la que, por cierto, se libró la línea Alcoy-Xàtiva a última hora. Tres meses después circulaban por la provincia de Alicante los últimos trenes con destino Granada o procedentes de esa ciudad andaluza: un expreso y un TER -que equivaldría a un tren regional actual- con cabecera en Barcelona y Valencia, respectivamente.

Desde entonces, para ir a Granada en tren desde la provincia de Alicante ha sido obligado desplazarse a estaciones como Xàtiva o Albacete. Con todo, es una opción poco práctica, dado que los trenes dan el rodeo por Alcázar de San Juan y el consiguiente tiempo de viaje es muy considerable.