Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La falta de un paso subterráneo colapsa el tráfico entre Santa Faz y Sant Joan

El proyecto formó parte de la remodelación de la avenida de Dénia, pero sigue sin ejecutarse

La falta de un paso subterráneo colapsa el tráfico entre Santa Faz y Sant Joan

Otra obra víctima de los recortes. La avenida de Dénia, y más concretamente su zona norte, se ha convertido este verano, de nuevo, en un infierno para los cientos de conductores que todos los días deben atravesar un tramo de 200 metros entre las rotondas de Santa Faz y Sant Joan, debido a la falta de un paso subterráneo para agilizar el movimiento de los vehículos que circulan por la vía con un intenso nivel de tráfico, sobre todo a última hora de la tarde y primera de la mañana. Una partida de 4,4 millones que no se presupuestó en su día y que, curiosamente, aparece desde 2011 todos los años pero sin que se ejecute.

El acuerdo al que llegaron la Conselleria de Infraestructuras y el Ministerio de Fomento contempló que la primera diseñara el proyecto y el Ministerio lo pagaba. Han pasado 4 años desde la inauguración de la nueva avenida de Dénia y todo sigue igual como cuando en vísperas de la salida de la Volvo Ocean Race se inauguraba una vía que ha supuesto un revulsivo para la salida y entrada de vehículos a la ciudad de Alicante, pero que tiene todavía dos asignaturas pendientes: la zona norte, hoy colapsada y el tramo Goteta-Jesuitas, que está tal cual estaba antes de las obras.

La Conselleria de Infraestructuras adjudicó en 2008 la remodelación de la avenida de Dénia a la unión de empresas formada por Dragados y Rover-Alcisa por 34 millones de euros, a los que se añadieron otros 16 millones dirigidos a las expropiaciones; quince aportados por la Generalitat y un millón por el Ayuntamiento. El proyecto tenía un plazo de ejecución de 24 meses y el compromiso del entonces conseller Mario Flores y del jefe del Consell, Francisco Camps, era acabarlo antes de la salida de la Volvo Ocean Race.

La obra cumplió plazos para llegar a la salida de la Volvo y en 2010 se inauguraba pero con tramos sin acabar, como la conexión entre Goteta y el colegio Calasancio y el denominado acceso norte. Un proyecto de 4,4 millones de euros que el Ministerio de Fomento incluye año tras año, pero nunca se ejecuta, para desesperación de los vecinos de Alicante, Sant Joan, Mutxamel y El Campello, que se ven atrapados todos los días entre las rotondas de Santa Faz y Gibeller, un tramo de 200 metros que se puede tardar en recorrer entre veinte y treinta minutos.

Lo cierto es que aquel reto provocó que la ejecución se convirtiera en un espectáculo con legiones de operarios, ruidos, luces... las 24 horas del día para desesperación, en muchas ocasiones, de los vecinos de Vistahermosa. El objetivo se cumplió y para la Volvo se acabaron los tres pasos subterráneos y parte de los nuevos carriles. Quedó pendiente el tramo Calasancio-Goteta y, de repente, la actividad se redujo al mínimo hasta el punto de que hoy en día no se ve ni un operario por la zona, a pesar de que faltan todavía multitud de flecos por cerrar, porque también se quedaron en el olvido los carriles-bici y una conexión subterránea paralela al paso del tranvía por debajo de la avenida de Dénia para agilizar el acceso al centro comercial Plaza Mar 2.

La gran fuente que preside la rotonda de Jesuitas se ha convertido ya en uno de los iconos urbanos de la avenida, con dos vasos de 800 metros cúbicos de capacidad y un géiser central de 15 metros de altura en el vaso central, que tiene 30 metros de diámetro y tres juegos de chorros de 4, 6 y 10 metros. En total, la fuente cuenta con 59 chorros de agua y, dado su tamaño, se ha convertido en una de las más grandes de la capital de la provincia.

Compartir el artículo

stats