Tres años después de la fecha en que debían haber acabado las obras, y con el barrio a punto de explotar por la degradación ambiental que sufre el cauce del barranco de las Ovejas, la Conselleria de Agricultura y el Ayuntamiento de Alicante han vuelto a incumplir el compromiso con los vecinos, y los trabajos siguen sin reanudarse, pese a que debían haberlo hecho esta semana. Las obras se paralizaron a finales de 2013 dejando una tubería eléctrica submarina a medio enterrar en el cauce, causante de que en la desembocadura se haya formado un talud de tierra que impide la libre circulación del agua, lo que ha acelerado el proceso de degradación del caudal, hoy cubierto por una masa de algas, plantas y basura frente a viviendas y un colegio público.

Tampoco llueve, por lo que no hay arrastre y el agua está estancada. Pese a que el Ayuntamiento de Alicante fumiga periódicamente, los vecinos más cercanos al barranco denuncian que en las última semanas proliferan las ratas y los mosquitos, algo que el Ayuntamiento ha rechazado con informes en la mano, pero que ha encendido todavía más a los vecinos que aseguran tener fotografías de «ratas de dos kilos». El propio Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) investiga la situación y los residentes ha comenzado a preparar movilizaciones para el próximo otoño si todo sigue igual.

Por su parte y tras la publicación del informe de la Concejalía de Sanidad y de la Universidad en el que el que se asegura que el agua estancada en el barranco no ofrece ningún riesgo sanitario, el grupo municipal socialista hizo público ayer un comunicado en el que señaló que «no tenemos por qué no creer lo que dicen los vecinos, que son los que viven allí 24 horas y que aseguran que hay ratas de dos kilos campando a sus anchas cerca de un colegio. Además, sobre los mosquitos el propio el informe reconoce su existencia. Y sobre el mal olor, pudimos comprobarlo en una visita que hemos realizado esta misma semana». El portavoz del grupo, Miguel Ull, subrayó además que «lo que no es de recibo es que se deje una obra a mitad y que nadie haya dado explicaciones. Se ha quitado hasta el cartel que anunciaba el proyecto, quizá con la intención de ocultar los plazos y el presupuesto previsto. Pero los datos están ahí. Se ha hecho un gasto de casi 8 millones de euros que ha dado el resultado que tenemos»

El abandono que sufre el barranco de la Ovejas, sin ningún tipo de conservación desde que a finales del año pasado la empresa que ejecutaba la remodelación del cauce se retirara harta de los impagos de la Generalitat, ha convertido este desagüe del sur de Alicante en una ciénaga foco de mosquitos y roedores, encantados con tanta materia orgánica que se multiplica ahora que el calor se instala en Alicante. Los cientos de vecinos de las urbanizaciones de San Gabriel no pueden más, ya que ni las fumigaciones que realiza periódicamente el Ayuntamiento consiguen acabar con los insectos.