Tres años y cuatro meses se cumplen este mes desde que la Conselleria de Infraestructuras paralizara el proyecto de la variante del TRAM -túnel de la Serra Grossa- que hubiera permitido ampliar las frecuencias de los tranvías a El Campello y Playa San Juan y el tren a Benidorm, que vuelven a afrontar un verano más con una gran demanda de viajes y un servicio cojo, pese a que Ferrocarriles de la Generalitat trata de paliar con tranvías en doble composición los fines de semana. El proyecto estaba incluido en el Plan Bahía que contemplaba la retirada de las vías en superficie, la variante del tranvía y la construcción de un paseo marítimo entre Alicante y La Albufereta.
Ayer, trabajadores de FGV iniciaron las obras para completar el «parche» en el que se ha quedado el proyecto. La construcción de un gran paseo marítimo para conectar las playas del Postiguet y la Albufereta con un presupuesto de 4 millones de euros, pero que con los recortes se ha quedado en un sendero peatonal y mal diseñado, como lo demuestra el hecho de que ahora haya que invertir 50.000 euros para dotarlo de entrada, porque igual que no tiene salida en la finca Adoc, tampoco tenía acceso desde el Postiguet. Ayer comenzaron unos trabajos de urgencia que introducirán el sendero por la antigua estación de La Marina (trenet) para llegar a la playa.
La falta de presupuesto para completar las obras el túnel de la Serra Grossa terminó por obligar a la Conselleria de Infraestructuras a tapiar en mayo de 2011 la entrada de la boca del túnel, y evitar así que la infraestructura se convirtiera en una zona de asentamiento de personas sin techo, o víctima de actos vandálicos como los que sufrió la Línea 2 del tranvía durante los dos años que estuvo parada tras acabarse las obras. Los trabajos en el túnel, que formaban parte del proyecto del Plan Bahía, llevan paralizados desde la primavera de 2011 y, en principio, no se reanudarán hasta al menos 2015, si es que la consellera Isabel Bonig logra convencer al presidente Alberto Fabra, y éste le concede una parte de los 10 millones de euros que necesita para terminar las obras. Un auténtico hito arquitectónico que, de momento, no sirve para nada, por lo que se ha convertido en una víctima del despilfarro de los tiempos del gobierno de Camps, pese a su urgencia.
El recorte de fondos para terminar el tranvía en la provincia afecta a numerosos tramos. Todavía no se ha resuelto ni la llegada a la estación del AVE en Alicante, ni la prolongación por Ancho de Castelar en San Vicente, ni la conexión con la avenida del Mediterráneo (Benidorm), ni la extensión hacia el barrio de San Gabriel, en Alicante. Proyectos pendientes que contrastan con los casi 5 millones de euros que el Consell invierte en Castellón. Infraestructuras ha resuelto, incluso, la adjudicación a un operador privado -Autos Mediterráneo gestionará durante 10 años por 12,3 millones de euros- de la línea 1 del TRAM, que conectará la Universidad con el Grao.
