El Gobierno aprobó ayer el plan hidrológico de la cuenca del Júcar, que prevé inversiones por valor de 5.460 millones de euros hasta 2027, lo que deja abierta la puerta para la financiación de la segunda toma de agua del trasvase Júcar-Vinalopó, que desde ayer tiene cobertura legal. Fondos económicos existen y ahora habrá que esperar a la decisión político-técnica que debe acordar la ministra de Agricultura, García-Tejerina, que tiene que pronunciarse en septiembre sobre el compromiso al que llegó en marzo su predecesor, Arias Cañete, con la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó. Recuperar la toma de Cortes de Pallás, única que garantiza que el agua del Júcar se pueda beber en Alicante, tiene un coste de 60 millones de euros.

La aprobación del plan hidrológico del Júcar da también vía libre a la llegada al Vinalopó de los 15 hm3 de agua desde Cullera (Azud de la Marquesa), lo que supondrá reiniciar el trasvase Júcar-Vinalopó, cerrado los últimos 17 meses, para tratar de salvar los cultivos leñosos en las comarcas del Vinalopó y l´Alacantí. Falta por concretar el envío por la Confederación Hidrográfica del Júcar de los 12 hm3 de agua del embalse de Alarcón para el abastecimiento urbano.

Los planes de cuenca del Júcar y el Segura, aprobados por el Consejo de Ministros, prevén inversiones por un valor total de 10.260 millones de euros de aquí al 2027, según anunció la portavoz del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría. Con esta aprobación culmina, por otro lado, la planificación de cuencas «en un tiempo récord», de apenas dos años y medio, destacó la vicepresidenta del Gobierno, que recordó que cuando llegó al poder el PP en la pasada legislatura sólo había aprobado uno.

Los planes del Júcar y el Segura establecen nuevos marcos normativos que, según el Gobierno, equilibran la satisfacción de los usos y las demandas con la protección y mejora del estado de todas las masas de agua de ambas cuencas hidrográficas. Las confederaciones y Acuamed deberán financiar los 4.800 millones de euros que supondrán las actuaciones previstas en el plan del Segura y los 5.460 millones en el del Júcar.

El plan del Júcar establece, por primera vez en esta cuenca, regímenes de caudales ecológicos en un 12 % de las masas de agua superficial, en especial en aquellas que tienen un carácter más estratégico. Asimismo, cuantifica las necesidades hídricas del lago de La Albufera en 167 hm3/año, y permite trasvasar agua del Júcar a Albacete, que hoy por hoy tienen mejor calidad que los caudales que comenzarán a llegar al Vinalopó desde Cullera en dos semanas.

La presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, calificó la aprobación de los planes como un paso imprescindible para la solución definitiva al déficit hídrico de la provincia. «Ahora se dan las garantías legales básicas que han estado en el aire tantos años. La aprobación nos anima a seguir trabajando junto a usuarios, agricultores, técnicos y municipios».