Más niños recibirán el curso que viene la beca del 100% para el comedor escolar, a consecuencia del aumento de los niveles de pobreza en la Comunidad, pero muchos otros dejarán de percibir esta ayuda por este mismo motivo, ya que el presupuesto que destina Educación para este servicio escolar es el mismo que este curso, 78,6 millones de euros.
La Conselleria de Educación ha previsto aumentar el porcentaje de las ayudas completas, obligada por el significativo aumento de la precariedad que ya alcanza a uno de cada cuatro niños según todos los informes elaborados tanto por instituciones benéficas como económicas, como el propio Instituto Valenciano de Iniciativas Económicas.
La medida desplazará a quienes no presenten rentas mínimas de entre 395 y 768 euros per cápita y, excepcionalmente, de hasta 1.179 y 1.572 euros beca. «La renta será determinante», ha concretado la consellera María José Catalá. Y tanto.
A falta de conocer dónde se sitúa este año el tope de puntos que permitirá conseguir una beca -la administración retrasa siempre este dato hasta conocer la cantidad de solicitudes y las puntuaciones máximas obtenidas, para ajustar el baremo definitivo al presupuesto de que dispone-, desde la Federación provincial de padres Gabriel Miró ya advierten que las becas de comedor «dejan de constituir un servicio educativo para convertirse en un derecho asistencial» a consecuencia de los mayores niveles de pobreza.
«Prácticamente los únicos alumnos con posibilidad de recibir estas becas son aquellos que de entrada logren 20 puntos, que es el máximo posible para rentas per cápita de apenas 393 euros», precisa Ramón López, presidente de la formación. «Esto significa que una familia que cobre los 400 euros del subsidio del paro debería renunciar a esta ayuda para poder tener la beca de comedor, porque al año suma 5.000 euros y el umbral mínimo fue este año de 1.179 euros», añade Julia María Llopis, presidenta de los padres de centros concertados.
