Preocupados y cabreados. Los hoteleros de la Costa Blanca han trasladado a sus interlocutores con el Consell, los rectores de la Conselleria de Turismo, la inconveniencia y el trastorno que ha supuesto para la comercialización de las vacaciones en la temporada alta la modificación del calendario escolar en la Comunidad Valenciana que ha provocado la pérdida de miles de reservas para las dos primeras semanas de julio y las dos primeras de septiembre. Los empresarios se enteraron al leer las modificaciones en los periódicos y ahora mismo se encuentran sin capacidad de reacción y con camas vacías en plena temporada alta.
La patronal Hosbec ha comenzado a realizar un informe para trasladar al conseller Máximo Buch e instarle así a que haga recapacitar a la consellera de Educación, María José Catalá, que «está claro que no ha debido calcular las repercusiones de una medida que afecta de lleno a nuestro principal emisor de turistas españoles, la propia Comunidad Valenciana», subrayó un portavoz de la asociación que en la Costa Blanca defiende los intereses de 211 establecimientos turísticos (68.000 plazas). Todavía queda mucho por vender y aunque los hoteleros están convencidos de que la reserva de última hora funcionará, ya nadie cree que se puedan alcanzar los resultados del verano pasado, que, por otro lado, fueron los mejores de la historia.
La Costa Blanca comenzó a recibir el pasado fin de semana a los primeros turistas de la temporada alta, periodo que va de julio a octubre y que es clave para un sector que obtiene en este periodo el 60% de los ingresos de todo el año, pero que afronta con escepticismo el comienzo del verano, ya que si bien las reservas hoteleras en el mercado extranjero para el mes de julio han crecido un 5%, lo que en cifras totales representa unos 7.000 clientes más al día que el año pasado, los empresarios se han encontrado con una desagradable sorpresa, que afecta directamente al turismo español, fundamental en verano y que en julio y agosto se mueve en familia.
El adelanto de los exámenes de recuperación en institutos, colegios y universidades de septiembre a julio (la Comunidad Valenciana es el primer emisor nacional de turistas a la provincia) en muchas comunidades autónomas ha bloqueado la compra de vacaciones para la primera quincena de julio y afecta también a la primera semana de septiembre, ya que el curso escolar en institutos y colegios arranca el día 3. En definitiva, que hoteles y apartamentos han perdido tres semanas porque las familias han descontado la dos primeras por las recuperaciones de sus hijos (los que no superaron todas las materias en junio), y el resto la primera de septiembre.
Por otro lado, fuentes de la patronal apuntaron ayer que en España se ha vivido una situación muy curiosa. En plena crisis todo era crisis, aunque las cosas fueran bien en algunos sectores como el turístico y ahora, sin embargo, todos los comentarios son que la recesión ha acabado, cuando la realidad es diferente y pese a que algo ha mejorado, muchas familias españolas siguen con la economía apretada o por los suelos. «Hay gente que descontó ya la temporada alta tras la Semana Santa, que fue buena, pero en mayo hubo bajón, menor en la Costa Blanca pero de 20 puntos en zonas como Baleares», apuntó ayer Javier García, vicepresidente de la Confederación Española de Alojamientos Turísticos (Cehat).
José María Caballé, presidente de Servigroup, la cadena hotelera que controla más plazas en la Comunidad Valenciana, coincide con sus colegas en apuntar que «es cierto que la ocupación se ha resentido en estos primeros días de julio pero por un cúmulo de factores como son el tema de los colegios y también el Mundial. Aunque duela decirlo, la eliminación de España e Inglaterra beneficia al sector, porque siempre que hay Mundial bajan las reservas». Caballé espera, sin embargo, un gran repunte a partir del 15 de julio, un agosto espectacular y «todavía hay que ver qué pasará en septiembre».
