Los ayuntamientos de Elche y Elda también destinan estas ayudas de Bienestar Social -la conselleria aporta 200.000 euros de los 1,2 millones procedentes del Ministerio- a dar de comer a niños en sus propios domicilios. El caso de Elda responde a los mismos parámetros esgrimidos en algunas comunidades, como la gallega, cuyos mandatarios opinan que ayudar a estos niños en su colegio les señala con el dedo, pese a que la filosofía con la que nacen estas becas es completamente opuesta: «Se pretende la inclusión e integración de los menores con otros niños en los programas desarrollados por los ayuntamientos», ha precisado la consellera del ramo, Asunción Sánchez Zaplana, a la hora de presentar estas ayudas. Son 101 los escolares eldenses que tendrán su comida diaria pero en casa. En Elche combinan la ayuda a domicilio y la integración en las escuelas de verano. La concejala María Dolores Serna precisó que 115 de los menores becados en esta localidad «recibirán la comida en casa en julio, y 250 en agosto», pese a que todos ellos tengan «garantizada la asistencia a las escuelas de verano». En Alicante pensaban así pero al final abrirán escuelas de verano hasta el 15 de agosto.