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Menos ocio pero más alcohol

Las necesidades de la vivienda centran cada vez una parte más importante del presupuesto familiar

La continua disminución del poder adquisitivo de las familias tras el inicio de la crisis ha hecho que se corte por lo sano y el gasto en cuestiones ligadas al ocio descienda con fuerza de manera continua. Hoteles, bares y restaurantes han sido algunos de los perjudicados por esta circunstancia, junto con todas las actividades económicas vinculadas a la cultura e incluso a las prendas de vestir y el calzado. Sin embargo, hay algo que llama mucho la atención en medio de esta situación: el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas ocupa cada vez más parte del presupuesto familiar, junto con las necesidades básicas de la vivienda como el pago de una hipoteca o alquiler y los consumos de agua, electricidad y gas.

Así lo ponen de manifiesto la evolución de los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según la más reciente, con datos de 2013 y publicada hace unas semanas, cada hogar de la Comunidad Valenciana gasta al año una media de 24.640,69 euros, de los que 7.742,28 se destinan a las necesidades de la vivienda, 3.815,95 a alimentación, 2.829,95 a los transportes, 2.087,72 a restauración, 1.522,80 a ocio y cultura y 1.262,05 a artículos de vestir y calzado. Si comparamos todas estas cifras con las del año 2007, la diferencia es abrumadora, comenzando por el solo hecho de que el presupuesto familiar entonces era de 30.627,58 euros. Es decir, en seis años ha disminuido un 19,55%.

La tendencia de los datos muestra cómo las familias cada vez centran más sus gastos en cuestiones perentorias, ya que la cobertura de las necesidades básicas de la vivienda ahora alcanza un 31,42% del presupuesto anual y siete años atrás suponía un 24,24%. También es incrementa el porcentaje de gasto que implica la alimentación, ya que pasa del 13,69% al 15,49%, pese a que el montante disminuye en términos absolutos. No obstante, en todo esto sorprende lo que ocurre con el gasto en bebidas alcohólicas y tabaco: en números absolutos ha bajado, pero ligeramente en comparación con otros conceptos, al pasar de 613,53 a 539,44 euros anuales, pero porcentualmente incluso sube del 2% al 2,19%. Puede que la clave de esto se encuentre en el incremento en los precios del alcohol y el tabaco, y a que el consumo de este producto entre las personas fumadoras es elevado en cualquier caso. El gasto en este artículo ha experimentado altibajos en los últimos años, mientras que el de alcohol se ha mostrado siempre estable.

Evitando los dispendios

Las cifras evidencian con toda su frialdad cómo los recursos de las familias se han desplomado desde 2007 hasta ahora, sin que se atisbe por el momento un cambio en la tendencia. En el citado año, cada familia de la Comunidad gastaba al año una media de 2.987,45 euros en comer y beber fuera de casa; en 2013, ese mismo dato fue de 1.894,99 euros. Asimismo, en 2007 se dedicaban una media de 407,20 euros para las vacaciones, mientras que seis años después ese gasto ha caído a 178,05 euros.

También es muy significativo que se gasta mucho dinero en los servicios básicos de la vivienda, pero no en su mantenimiento: si en 2007 se gastaban 394,91 euros en muebles de media, ahora esa partida se queda en 132,45. Además, se nota mucho la subida del precio de la luz y el gas: de 683,67 euros en 2007 a 1.009,98 seis años más tarde. Y, por otra parte, los copagos farmacéuticos también dejan su impronta. Nada dice de forma oficial que ésa sea la causa de que el gasto suba en este concepto, pero lo cierto es que en 2011, antes de tomarse estas controvertidas medidas, el gasto medio por familia en medicamentos era de 312,87 euros; en sólo dos años ha subido a 440,40.

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