Ni el día de San Juan más lluvioso en treinta años pudo frenar el fuego, que fue devorando los monumentos plantados por toda la ciudad a una velocidad inédita. La gran palmera lanzada desde el Benacantil a medianoche dio el arranque oficial a la Cremà, que estuvo marcada por la necesidad de utilizar más combustible para contrarrestar la humedad de los monumentos por la lluvia caída horas antes y que ardieran más rápido. Y tanto que lo hicieron. La Hoguera Oficial quedó reducida a cenizas en apenas diez minutos, el fauno de La Ceràmica se consumió en sólo cinco y Carolinas Altas, la ganadora, se rindió al fuego en tres.

Éstas son parte de las hogueras que comenzaron a arder nada más marcar el reloj la medianoche y algunas, incluso, lo hicieron antes, como la infantil de La Ceràmica, que se prendió fuego a las doce menos cuarto para que los Bomberos pudieran seguir el programa previsto. Los efectivos revisaron todas las medidas de seguridad, dejando anécdotas como la de Séneca-Autobusos, donde el público no pudo ocupar la nueva plaza, o la de Calvo Sotelo, que los Bomberos se negaron a quemar por el riesgo que conllevaba un cartel led que permanecía encendido.

Otras del centro, como la del Mercado, Diputación, Rambla, Calderón de la Barca, Explanada o Hernán Cortés quedaron reducidas a cenizas antes de la una de la madrugada, junto a otra veintena larga de monumentos, siguiendo así los pasos de la Hoguera Oficial. «Esencia», de 17 metros de altura y con ocho toneladas de madera, fue rociada con combustible justo antes de prenderle fuego y se quemó mucho más rápido de lo que preveía el artista Pedro Espadero, quedándose solo en pie la estructura, ante el asombro de la Bellea del Foc, Patricia Gadea, que lo presenciaba desde los balcones del Ayuntamiento junto a sus damas, las infantiles, la alcaldesa, Sonia Castedo, el concejal de Fiestas, Andrés Llorens y el presidente de la Federación de Hogueras, Manuel Jiménez.

La cremà del fauno de La Ceràmica. Fotos de Rogelio Fenoll

De ahí las autoridades se dividieron. La alcaldesa se fue hacia La Florida, a dar su apoyo a los comisionados de La Viña que en la tarde de ayer vieron cómo el monumento se venía abajo a causa de la lluvia que lo había empapado. El resto de la comitiva se fue a Carolinas Altas, ganadora del primer premio de la Categoría Especial. La quema de «Superstició», de Pere Baenas, se retrasó cincuenta minutos sobre la previsión inicial. Arrancó a las dos menos diez de la madrugada y lo hizo siguiendo la estela de la Oficial. De hecho, en apenas tres minutos únicamente quedaba en pie la estructura. Las llamas devoraron el monumento muy rápido ante la presencia de la Bellea del Foc, Patricia Gadea, y de una multitud que acudió a ver cómo la obra ganadora de estas fiestas era pasto de las llamas. Pere Baenas fue manteado por los comisionados, que le agradecieron así los siete premios que ha dado al distrito.

Entre otras incidencias, destaca el pequeño fuego que se originó en el tejado de la Audiencia Provincial por la acumulación de algunos plásticos y material de obra, pero que fue solucionado rápidamente. También el incendio de un árbol en Altozano. A ello se sumaron algunos conatos en la ladera del Benacantil a consecuencia del lanzamiento de la palmera. En Alfonso El Sabio se registraron llamas en el balcón de un séptimo piso que fueron extinguidas.