El socialismo alicantino no atraviesa por su mejor momento. Es una obviedad. Pero en vez de limar asperezas, aparcar de una vez las guerras intestinas y remar todos en la misma dirección ahora que Sonia Castedo y su primer teniente de alcalde, Andrés Llorens, arrastran embrollos judiciales, el PSPV continúa fracturado. Ayer, durante la tercera mascletà, no sólo saltaron chispas en la zona de la pólvora. La tensión también se vivió cuando el grupo de concejales díscolos, encabezados por Elena Martín -vestida por cierto para la ocasión- accedió a la zona acotada para autoridades. Allí ya estaban el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y el secretario general del partido en la ciudad, Gabriel Echávarri. Ambos, por cierto, apenas se separaron durante la mañana.

Pues bien, cuando Elena Martín, Gabriel Moreno, Alejandro Parodi y Javier Macho (este último diputado autonómico y pareja de la ya exportavoz municipal) entraban al recinto, los dos bandos prácticamente ni se miraron. Espalda con espalda hasta que, al fin, Parodi rompió el hielo. Saludó a todos de manera cortés, pero no cruzó más palabras con ellos. Segundos después no quedó más remedio que las dos comitivas mostraran, por lo menos, buena educación. «Hola, hola» y «adiós, adiós», se vinieron a decir. Escasos cinco minutos antes de que el «senyor pirotècnic» diera comienzo al espectáculo, se evidenciaron de nuevo las tensiones. Puig, Echávarri y los ediles Miguel Ull y Manuel Marín abandonaron su privilegiada ubicación para ver la mascletà con los ciudadanos. El otro bando, al que se añadió también María José Adsuar, prefirió quedarse.

En ese preciso instante, más de un cargo del PP empezó a reír. «Este ha venido a hacerse la foto y ahora se va», comentó entre carcajadas un influyente dirigente popular. Tal y como ocurrió el viernes, la comitiva del PP la presidió ayer José Císcar. El vicepresidente del Consell estuvo rodeado de su guardia pretoriana: su secretario provincial en el partido, José Juan Zaplana, la aún eurodiputada Eva Ortiz, el diputado autonómico Juan de Dios Navarro y el teuladí Raúl Dalmau. Sus hombres fuertes. La que no estuvo, al menos dentro, fue Luisa Pastor. La presidenta de la Diputación llegó tarde y no pudo entrar.

También se dejó ver, móvil en mano, el edil de UPyD Fernando Llopis. Todo un clásico. Ayer estuvo acompañado por Toni Cantó, uno de los más fotografiados.

P.D. El que no estuvo fue Pedro Sánchez, uno de los aspirantes a suceder a Rubalcaba al frente del PSOE. Hizo tour por la provincia, pero se olvidó de la mascletà. Cosas socialistas.